Cañada de Gómez. - Carruajes, brekes americanos y franceses, y sulkys fabricados entre 1820 y 1880, además de máquinas e implementos agrícolas antiguos utilizados en la zona, que forman parte de una colección privada de un chatarrero local, fueron vendidos a precios de colección en un singular remate que se realizó en esta ciudad.
La subasta tenía más de 2.500 lotes con maquinaria, antigüedades, viejos equipos y herramientas, papeles y algunos tractores en desuso. Sin embargo, la gran atracción fue una decena de carruajes -en su gran mayoría restaurados- que lucieron todo su esplendor estacionados frente a la ruta 9.
"Tres mil, 3.150, 3.200, 3.250, 3.300, 3.400, 3500. Quién da más. 3.500 a la una, 3.500 a las dos y 3.500 a las tres.¡Vendido!", cerró con énfasis la venta de un brek de color verde con ruedas amarillas sin capota el rematador que estuvo a cargo la especial subasta. Uno similar, de origen francés, tiene los asientos tapizados en terciopelo.
En un precio similar se remató un brek francés de color negro, también cuidadosamente restaurado y el resto de los carruajes (un pintoresco sulky y otro que se utilizaba para transportar a los fallecidos) a un precio menor. Solamente uno de los vehículos que estaban en exposición y programados para la venta no recibió ofertas.
Los compradores -en su gran mayoría productores agropecuarios de distintas zonas de esta provincia y del país- adquirieron los carruajes para uso personal. Según la empresa que realizó la subasta, algunos de los compradores son coleccionistas de vehículos antiguos y los compraron para completar una colección personal.
"Hace ocho meses que estoy preparando este remate. Además de algunas de las máquinas agrícolas antiguas que tengo viajé a diversas localidades de la provincia de Santa Fe, Córdoba y Buenos Aires para conseguir estos carruajes, como dos volantas de Estados Unidos que fueron hechas en el año 1840", contó a La Capital Gerónimo Scodelari.
Familia de chatarreros
En efecto, el comerciante pertenece a una familia de chatarreros que dedicó toda su vida a la actividad de compra y venta de equipos, herramientas y elementos usados. Actualmente está instalado a la vera de la ruta 9 y su colección personal de máquinas antiguas -que no fueron vendidas- conforman una verdadera atracción para los eventuales viajeros.
Un poco pensando en la futura organización de un museo de máquinas antiguas y otro poco atrapado por una pasión fue adquiriendo en forma paulatina máquinas e implementos agrícolas de fines de 1800, y hoy tiene una colección que restaura en forma lenta pero sin pausa.
"Mi sueño es hacer un museo. Tengo ofrecimientos de una estancia y creo que la voy a llevar a ese lugar porque ya no tengo espacio y creo que esto es muy valioso porque hay poco museos en el país y creo que -por las características de las máquinas que tengo- este sería el único y más completo", confió Scodelari.
El remate de los carruajes se complementó con otras curiosidades como una sembradora de papas, un viejo arado de tres rejas y máquinas viales que fueron utilizadas en Cañada de Gómez entre 1887 y 1889. Otra similar, que perteneció al Estado provincial, se utilizaba para el mantenimiento de los caminos.