Diversos homenajes se realizarán hoy, al cumplirse el primer aniversario de la desaparición del popular piloto Luis Ruben Di Palma, ocurrido en la tarde del 30 de setiembre del año pasado, a unos 30 kilómetros de la ciudad de Carlos Tejedor, al precipitarse a tierra el helicóptero Robinson R-44 que piloteaba. Con tal motivo, se realizarán distintos homenajes en su Arrecifes natal, así como también durante la programación de la categoría Turismo Competición 2000 que se desarrollará en el autódromo de Mar de Ajó, que lleva su nombre. Di Palma, como pocos, pudo recibir esta satisfacción en vida cuando las autoridades del escenario impusieron su nombre como reconocimiento a la prolífica y exitosa actuación automovilística. La figura de Di Palma permanece latente en todo el ambiente tuerca, como así también en la ciudadanía en general, en base a su simpatía y bonomía, que junto con sus grandes condiciones conductivas, lo llevaron a constituirse en el gran ídolo del automovilismo argentino. Días atrás, la legislatura bonaerense lo declaró ciudadano ilustre post morten de la provincia de Buenos Aires. Luis Di Palma había nacido el 27 de octubre de 1944 y en su juventud se casó con María Cayetana Lovalvo. De esa unión surgieron sus cuatro hijos: José Luis, Andrea, Patricio y Marcos, todos amantes de la velocidad y los fierros como el padre. Desde chico, Luis mostró predilección por las motos, el kárting y el automovilismo deportivo. Pero el Loco, como se lo reconocía dentro del ambiente automovilístico, no se conformó con los bólidos y también incursionó en la aviación, manejando avionetas, máquinas ultralivianas y helicópteros. Su debut en el automovilismo local se produjo el 30 de noviembre de 1963, sobre una cupé Ford que le había facilitado Armando Menéndez. Meses después, ganó con Chevrolet su primera carrera en la Vuelta de Arrecifes. Su rica trayectoria en el automovilismo argentino comprendió participaciones en Turismo Carretera, Sport Prototipos, Mecánica Argentina Fórmula 1 y 2, Fórmula 2 Sudamericana, el Campeonato Argentino de Pilotos con los autos Datsun, el Turismo Competición 2000 y el Supercart. Múltiple campeón, Di Palma se adjudicó los títulos de Turismo Carretera (1970 y 1971), Sport Prototipos (1971 y 1972), Mecánica Argentina Fórmula 1 (1974 y 1978), Turismo Competición 2000 (1983) y Supercart (1993). En distintas categorías, el hombre de Arrecifes tripuló sin inconvenientes autos de marca Ford, Chevrolet, Valiant y Dodge. Aunque sin duda, la chapa de ídolo popular la alcanzó con el Torino. Di Palma se hizo grande compitiendo con figuras consagradas como los hermanos Dante y Torcuato Emiliozzi, Carlos Menditeguy, Oscar Gálvez, Oscar Cabalén, Marcos Ciani, Eduardo Casá, Juan Carlos Navone, entre otros, y compartió generación con otros notables como Juan Manuel Bordeu, Jorge Cupeiro, Carlos Pairetti, César Horacio Malnatti, Rodolfo de Alzaga, Nasif Estéfano, Carlos Marincovich y Juan María Traverso. Por su capacidad conductiva y su estilo vehemente, fue uno de los elegidos para participar de la misión argentina que compitió en las 84 horas de Nurburgring (Alemania) en 1969. Su nombre era uno de los que se barajaba siempre para continuar su carrera deportiva en Europa, en el período en el que Carlos Reutemann ya asomaba como un futuro piloto de Fórmula 1. Sin embargo, el arrecifeño mantuvo diferencia de criterios con los dirigentes deportivos locales y su llegada al Viejo Continente nunca se concretó. Pero Luis se abocó al automovilismo local, en donde enhebró victoria tras victoria que lo elevaron a la consideración de la prensa especializada, al margen de esa creciente popularidad que iba ganando entre los aficionados, cualquiera sea la marca. Di Palma, que estaba inactivo en el momento del trágico accidente, se encontraba construyendo y preparando un auto Torino con miras a su reaparición en el tradicional Turismo Carretera. Su obra mecánica fue puesta en carrera posteriormente por su hijo Patricio en su homenaje y actualmente sigue participando en el TC con interesantes actuaciones. Di Palma tuvo en la aviación otra de sus pasiones, desde la misma conducción hasta la construcción de los denominados ultralivianos. Una semana antes de su fallecimiento, Arrecifes, ciudad reconocida como "Cuna de Campeones", le había brindado anticipadamente su gran homenaje con una cena a la que concurrieron otras figuras destacadas como José Froilán González, Néstor García Veiga, Carlos Marincovich y Norberto Fontana. Di Palma murió en el trayecto entre Santa Rosa, La Pampa y Arrecifes, luego de haber presenciado las pruebas de clasificación de la categoría Top Race en la que su hijo Marcos había logrado el mejor tiempo. Su ansiedad por seguir trabajando en la preparación del Torino lo llevó a viajar presuroso hacia su taller. El cansancio y el sueño, faltando poco para llegar, le jugaron una mala pasada. (Télam).
| Una de las últimas fotos en el circuito de Santa Rosa. | | Ampliar Foto | | |
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