Rodolfo Montes
Fabián Mazzei será uno de los 16 actores que a partir de mañana se van a encerrar en una casa quinta en las Lomas de San Isidro para crear un reality show en versión criolla, hecho por actores, denominado "Reality reality". La experiencia no tiene antecedentes y dispara numerosos interrogantes en el actor, quien alcanzó hasta ahora su máximo esplendor profesional cuando coprotagonizó la tira "Campeones", en especial por las memorables batallas boxísticas entre su Garmendia y el Guevara de Osvaldo Laport.
Siempre fiel a Pol-Ka, la productora que dio lugar a su lucimiento en la pantalla chica, este año participó en "El sodero de mi vida", hasta que su personaje desapareció de la novela que encabezan Dady Brieva y Andrea del Boca. Entonces, la continuidad laboral se volvió prioridad y ante la convocatoria del productor Enrique Estevanez decidió incorporarse al nuevo reality show. El proyecto nació en el invierno y fue muy resistido incluso por muchos actores. Sorteó muchos inconvenientes y cambios, y finalmente estará en el aire mañana, a las 22, por Azul TV.
En exclusiva con Escenario, momentos antes de preparar la valija con la que se mudará de casa hasta el 22 de diciembre, Fabián Mazzei confesó: "Soy de extrañar mucho; y no tengo pronóstico de cuanto voy a durar adentro... Si llego al mes te cuento". El intérprete agregó luego que el desafío de hacer un reality es mayor para un actor que para otros inexpertos. "Ponemos en juego la imagen que construimos durante muchos años de trabajo", aseguró.
-¿Cómo te decidiste a ingresar a "Reality reality"?
-Cuando Quique Estevanez, el productor general, me dijo que me contrataba como actor.
-¿Y qué te contó sobre el programa?
-Me explicó que vamos a hacer actuación todo el tiempo, eso lo diferencia de los otros reality. Vamos a ejercitar constantemente todo lo que hicimos durante nuestras vidas, esto es componer personajes. Vamos a mostrarle a la gente cómo se entrena un actor, cómo se prepara para actuar. Estar todo el tiempo haciendo eso es un reto para nosotros.
-¿Por qué creés que te tuvieron en cuenta?
-Entiendo que fue por mi trabajo de actor, no hizo falta la fama. Tendré desafíos actorales, de convivencia y también como cocinero (risas), cuando me toque cocinar...
-¿Cómo pensás llevarte con el encierro y con la vigilancia de las cámaras?
-Por supuesto que me preocupa mucho el encierro y no es un sólo un detalle. Pero es la regla más importante y no se puede eludir. Pienso que cada persona va a responder de un modo diferente y en eso reside el desarrollo del juego. En mi caso soy un tipo que extraña mucho los afectos y no tengo pronósticos sobre qué me va pasar dentro de la casa. Cuando pase un mes, si todavía estoy, te cuento (risas).
-¿Estás haciendo algún entrenamiento previo?
-El tema es resistir para poder estar ahí, apoyándose en la posibilidad de trabajar el tema.
-¿Qué opinabas de los reality show antes que llegue el de los actores?
-Siempre consideré este tipo de programas como una moda y como toda moda en algún momento iba a pasar. Pero en este caso me proponen mostrar mi actuación y como soy un profesional evalué que me convenía y acepté. De todos modos, no creo que esto sea algo que dure para siempre.
-Pero por la cantidad creciente de programas, no está claro si la moda se agota o se desarrolla...
-No sabemos hasta donde puede llegar esta historia; si el día de mañana estos formatos andan bien y aparece más gente interesada en producirlos, bienvenidos sean. Habría más trabajo para los actores. Porque, ¡ojo!, que esto es trabajo; no es que vamos a estar 14 horas por día tirados en los sillones diciendo "che bolu" o "che depilate" como vemos en los otros reality.
-¿Es de esperar que prosperen historias de amor dentro de la casa?
-Eso depende de cada uno. Es como la vida. En mi caso nunca me pasó de engancharme con una compañera de trabajo; pero hay gente que se conoció trabajando y está todo bien. Cada uno tiene su personalidad y sus formas; yo me conozco. Pero si le preguntás a otro actor, tal vez te dice "estoy solo y no descarto nada".
-¿Cómo iba tu año laboral cuando llegó Estevanez con "Reality reality"?
-Cuando llegó la propuesta ya había terminado mi participación en "El sodero de mi vida", tenía en mente presentar una obra con un amigo y esperar el estreno de una película que hice el año pasado llamada "Entre los dioses del desprecio", que tiene un director de Puerto Rico. Así que estaba pensando en viajar para estar en los festivales donde se presentara. Pero todo esto es recién para diciembre (en Argentina el filme se estrenará en abril de 2002).
-Entonces te diste cuenta que hasta diciembre tenías tiempo libre.
-Sí. Entonces me dije: "Pará, hasta diciembre ya está todo armado en televisión". Y entonces acepté.
-Entre los actores convocados, ¿tenés amistad con alguno?
-No soy amigo de nadie en especial. Son compañeros de trabajo y punto; a Camero lo conozco de "Campeones", pero de una relación de "que tal cómo le va" y nada más.
-A partir de tu experiencia en Pol-Ka, ¿cómo vez la llegada de Adrián Suar a Canal 13 como asesor de programación?
-Es una muy buena oportunidad para que él pueda volcar todas las ideas que tiene en la cabeza. Tiene mucha capacidad. Creo que con el 13 va a andar bien, porque ellos mantienen una línea determinada. Si bien es una canal popular nunca tuvo la línea de ¡Pum para arriba!, chabacana, que tienen otros canales. Me parece muy acertado que Suar participe en la programación del 13.
-¿Viste "Confianza ciega", la otra propuesta de reality show de Azul TV?
-Algo vi y no me gustó. Me parece demasiado. Además de sufrir el encierro y separado de tu pareja, someterte al masoquismo de verla con otras personas es demasiado.
-La presencia de las cámaras impiden toda posibilidad de intimidad, ¿pensás que como actor tenés mejores posibilidades de adaptarte o lo vas a sufrir igual que los participantes inexpertos de otros reality?
-Las cámaras nos van a condicionar como a cualquiera. Incluso imagino que va a ser más difícil para un actor que para las personas que no hacen trabajos que tengan que ver con la exposición pública. El público está acostumbrado a vernos a los actores de determinado modo y no en ciertas expresiones cotidianas.
-¿Con qué hábitos cotidianos y desconocidos vas a sorprender?
-Nada en especial. Por ejemplo, el público nunca nos vio haciendo comentarios como "fulano tenés un carácter...", así que me voy a tener que medir en todo. Porque el día de mañana, con cualquiera de las personas que están en la casa, podría volver a encontrarme en un nuevo proyecto laboral. ¿Y cómo queda si antes le dije cualquier cosa?
-El público conoce a un Fabián Mazzei, ¿vas a tratar que "Reality reality" no muestre a otro Fabián?
-Es que son muchos años de trabajo para construir una imagen. Y no puedo destruirlo todo en cinco minutos. Sin entrar en detalles, en la intimidad uno hace algunas cosas que no se pueden mostrar (risas). Voy a tener que cuidarme mucho.
-¿Cómo es tu personalidad, a la hora de una convivencia masiva, tipo colegio secundario?
-Soy tranquilo, pero cuando no me gusta algo lo digo, no me lo guardo.
-El sistema de eliminación de participantes, votando por la positiva y no por la negativa, ¿va a colaborar para que no haya intrigas internas?
-Me parece mejor, no hay que mandar al frente a nadie. Vamos a poder votar en función de los trabajos de actuación que hagamos, y también si es una buena persona, si es generosa y compañera.
-Si bien los reality a esta altura son un formato conocido para el televidente, esta versión con actores va a tener contenidos distintos. ¿Cómo lo va a entender la gente?
-No se sabe, tal vez se enganche o no. Esto es nuevo, nunca se hizo. Es un invento bien argentino. Creo que el público se puede interesar. Va a disfrutar del programa porque va a ver a actores, pero esta vez tiene la oportunidad de interesarse por los rasgos individuales de esas personas, incluso cuando no actúan y hacen su vida diaria. Podrán medir su calidad como persona. Vamos a estar muy expuestos y la verdad es que siento mucha incertidumbre.
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