Uno de los mayores dificultades que enfrentará el tribunal oral que juzga la conexión local del ataque a la Amia es el pacto de silencio de los policías acusados. La influencia del ex comisario Juan José Ribelli sobre sus subalternos quedó plasmada en las escuchas telefónicas del día de sus detenciones. Aquel 12 de julio de 1996, el juez Galeano pidió la captura de los policías vinculados a la posesión de la Trafic que hizo volar la Amia. Enterado de la noticia, Ribelli planeó el pacto de silencio y le ordenó a sus compañeros no declarar. Al enterarse de su pronta detención, el subcomisario Raúl Ibarra lo llamó a Ribelli y le dijo: "Más unidos que antes, ¿no? Lo único que te pido es que tenemos que estar unidos". Ribelli le respondió: "Y más bien, qué va ser", a lo que Ibarra agregó: "La determinación que vos tomés". "Y qué determinación, escuchame... Me presento y me niego a declarar, qué voy a decir... Ni sé de que se trata esto", comentó el comisario. En otra conversación mantenida cuando los policías Bautista Huici y Víctor Cruz eran trasladados para su detención, Ribelli habló en los mismos términos e impartió las directivas. "¿Qué pasó?", le preguntó Huici a su jefe, quien respondió: "Nos llevan a todos por el tema de la Amia. Vos no tenés que acordarte mucho porque, a lo sumo, lo que escribís, lo firmás, y a lo sumo podés ratificar lo que está escrito, ¿no?". En el mismo llamado, Huici le pasó el teléfono celular a Cruz, a quien Ribelli le aclaró: "Esta es la causa de la Amia, con el tema de Telleldín, uno que fueron a detener en la zona de Vicente López". "Claro, yo estaba en disponibilidad, ¿se acuerda?", le recordó Cruz a su jefe, quien le ordenó: "No sé si figuraste, pero si hay detención negá declarar". Lo mismo sucedió al día siguiente, el 13 de julio de 1996, cuando ante un llamado del policía José Arancibia, Ribelli le sugirió: "De más está decir que nadie va a declarar, todo el mundo se va a negar a declarar porque nadie sabe de qué se trata". Respecto a estas escuchas, Galeano afirma en su elevación a juicio que "Ribelli desde un primer momento organizó una estrategia procesal en el sentido de llamar a todos los detenidos a un pacto de silencio". En otro párrafo, el magistrado aseguró que "resulta llamativa la supremacía de Ribelli al comprobar que ninguno de los imputados se desvió de la estrategia de negarse a declarar". Una de las principales pruebas tomadas en cuenta por Galeano y los fiscales para sospechar que Ribelli fue la presunta herencia anticipada que el comisario dijo haber recibido de su padre, un ex empleado ferroviario, justamente al día siguiente de haber obtenido la Trafic que poseía Carlos Telleldín: 2.500.000 de pesos en efectivo.
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