Islamabad. - Pakistán, la única potencia nuclear en el mundo islámico, se ha resignado a la muy probable caída del régimen talibán de Afganistán a manos de la coalición antiterrorista encabezada por Estados Unidos, pero se preocupa por quién llenará el vacío político que deje. Si Washington acepta la oferta de la antitalibán Alianza del Norte de ayudarlos a echar a los talibanes, Pakistán se encontrará en un verdadero atolladero, pues la Alianza también es fervientemente antipaquistaní.La prensa informa que el gobierno paquistaní compartió sus preocupaciones con una delegación del Pentágono que se encuentra en Islamabad para discutir la forma de cooperación de Pakistán con la coalición antiterrorista, que tiene a los talibanes y a su invitado Osama Bin Laden en la mira. El secretario de Defensa estadounidense, Donald Rumsfeld, señaló hace poco que la Alianza del Norte puede ser "útil de variadas formas", ya que conoce el terreno y tiene "ideas de cómo tratar con los talibanes".En Pakistán, voces críticas argumentan que apoyar a la Alianza -integrada por tribus que no son pashtun y que combaten contra los talibanes quienes, ellos sí, son del grupo étnico pashtun- provocará una guerra racial en Afganistán que podría extenderse a las tribus de la frontera con ese país. Los pashtun son mayoritarios en Afganistán y muchos viven del otro lado de la frontera, en Pakistán. Pero lo que más preocupa además a los paquistaníes son los tradicionales vínculos de la Alianza con su archienemigo, India. "India quiere estar segura de que si hay un cambio de gobierno en Afganistán, el nuevo sea un gobierno antipaquistaní", declaró hace poco el dictador militar de Pakistán, Pervez Musharraf, tras una reunión en Dushanbe (Uzbekistán) de representantes de Rusia, India, Irán, Uzbekistán y Tayikistán, países que apoyan a la Alianza del Norte. Los miembros de la Alianza mantienen focos de resistencia en provincias afganas que limitan con Tayikistán, Uzbekistán y Turkmenistán en el norte, y con Irán al oeste."La estrategia militar paquistaní no puede aceptar un gobierno hostil en Afganistán", según el general retirado Salahuddin Tirmizi. Sin embargo, en su opinión, los esfuerzos estadounidenses para apoyar militarmente a la Alianza afianzarán, en vez de debilitar, a los líderes talibanes. (DPA)
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