Año CXXXIV
 Nº 49.251
Rosario,
miércoles  26 de
septiembre de 2001
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La pulseada. Admiten que ellos y los remiseros truchos están armados
Los taxistas advierten que habrá más violencia si no tienen respuestas
El ministro de Gobierno provincial bregó por la prudencia. La Municipalidad prefirió el silencio

"Son ellos (los remiseros truchos) o nosotros (los taxistas). Si esto no se soluciona antes de diciembre va a haber una batalla campal". "Ojalá me equivoque, pero estoy seguro que va a correr sangre", "Hasta que no haya un muerto las autoridades no van a hacer nada, no hay nadie que nos respalde". Estas fueron las advertencias que lanzaron ayer tres taxistas 24 horas después de que protagonizaran una violenta protesta en el centro de la ciudad, donde no faltaron las trompadas, agresiones, roturas de vidrios y piedrazos. "Hay muchos taxistas y remiseros ilegales que andan con armas. Y el ambiente está muy caldeado", insistieron ante La Capital.
La manifestación protagonizada anteayer por un nutrido grupo de taxistas autoconvocados generó momentos de tensión y agresión en el centro de Rosario. No sólo se paralizó el tránsito durante casi doce horas sino que hubo piñas, roces con la prensa, parabrisas rotos, trompadas al aire y un chofer dejó inconsciente a un compañero que no quería plegarse a la medida. Todo esto sucedió asombrosamente sin que las autoridades municipales y policiales intervengan. El centro de Rosario fue por esas horas tierra de nadie.
El ministro de Gobierno provincial, Lorenzo Domínguez, consideró ayer que "la policía actuó con prudencia" y subrayó que los uniformados "mantuvieron una vigilancia activa. La sociedad está en tensión, y si se empleaba la fuerza, lo que único que se iba a lograr era incrementarla", destacó.
El funcionario señaló que "los efectivos deben mantenerse en una zona muy delicada. Si la manifestación no llega a extremos intolerables, es preferible no usar la fuerza", indicó. Mientras, el intendente Hermes Binner prefirió ayer no hablar sobre lo ocurrido en la plaza Sarmiento.
"Nuestra idea era reunirnos en la plaza Sarmiento para que la población vea que no podemos más, que la situación es terminante por la cantidad de remises ilegales que nos sacan los pasajeros. Pero todo se descontroló", contó Pablo Arcieri, chofer de la empresa Fonotaxi 4822222. Es que en principio unos 300 taxistas autoconvocados se reunieron allí desde las 9, pero después iniciaron una caravana por las principales arterias del centro. En varias esquinas se registraron incidentes, y en Paraguay y Rioja se produjeron los momentos de mayor tensión.
Para Daniel Albrecht -uno de los taxistas independientes que lideró la protesta- "la situación no fue tan drástica. Hubo algunos altercados, pero como hay en toda manifestación. Salvo esos pequeños incidentes, la gran mayoría de los taxistas no intervino en ningún hecho de violencia". Los "pequeños incidentes" fueron piedrazos contra choferes que circulaban con sus unidades justo en el momento de la manifestación y otro peón que quedó semi inconsciente luego de que un puñetazo destrozara la ventanilla de su auto y los vidrios cayeran sobre su cara.
La mayoría de los choferes y titulares que se convocaron anteayer trabajan en distintas empresas de radiotaxis, mientras que otros lo hacen en forma independiente. "No había casi nadie del sindicato porque la propuesta de convocarnos salió espontáneamente el sábado pasado en una reunión", aseguró Arcieri. El mismo secretario gremial del Sindicato de Peones de Taxis, Víctor Alvarez, aclaró: "Nosotros fuimos para apoyar la protesta. Nuestra intención nunca es agredir porque si hablamos de cuidar las fuentes de trabajo estas cosas no pueden pasar".
Pero las advertencias siguieron. "No queremos meter miedo pero va a llegar un momento que vamos a tener que lamentar una muerte. Lo que se vivió ayer (por el lunes) en Paraguay y Rioja pasa todos los días en la calle con los remiseros ilegales", dijo Arcieri.
Para graficar estos encuentros con un ejemplo, el taxista detalló: "Una vez estábamos en la puerta del salón de la Rural esperando que terminara una fiesta y los taxistas hicimos la cola habitual para levantar pasajeros. Al lado empezaron a hacerla los remises truchos, y la gente se tomaba los remises. Ahí se armaron piñas y corridas. Pero esto es normal", deslizó.
Uno de los choferes que fue agredido por sus propios compañeros se acercó a Juan Carlos González -taxista de la empresa 4380000- en medio del caos. "Vino a decir que estaba trabajando porque no tenía idea de la situación. ¿Cómo va a venir un taxista a decirme que no sabe nada, si nos estamos muriendo de hambre, si no podemos sobrevivir?", se preguntó el peón, quien aseguró en reiteradas oportunidades que no agredió físicamente a nadie.
Ninguno de los taxistas que dialogaron con La Capital reveló los nombres de las personas que generaron los hechos violentos. Es más, el propio presidente de la Asociación Titulares Independientes, Juan Laborde, sostuvo que "hasta la Municipalidad los tiene identificados".
Los taxistas están dispuestos a empezar la guerra si las autoridades no toman cartas en el asunto: "Son ellos (los remiseros) o nosotros (los taxistas). Si esto no se termina en diciembre va a haber una batalla campal", es el pensamiento de muchos. Claro que no son todos, algunos todavía creen en una legislación justa para ambos sectores.



Los taxistas hacen sentir su protesta por la situación.
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