"Mi solidaridad con los taxistas rosarinos". Así, el intendente de Villa Gobernador Gálvez, Pedro González, puso paños fríos a la polémica por los remises ilegales en Rosario. González apeló al "sentido común" para solucionar el tema. "Donde tengamos que achicar, se achica", dijo en torno a la posible apertura de fronteras que permitiría el ingreso a Rosario de remises habilitados en Villa Gobernador Gálvez. Mientras miraba la protesta por televisión recordó lo que a su juicio es el origen del problema: "También se debe a los truchos de Rosario y de los otros pueblos". González se inclinó por "acordar entre las Municipalidades. Tengo un gran respeto por los taxistas de Rosario, pero no por los que tienen 20 ó 30 chapas", dijo, luego de admitir que "sería muy injusto que 200 remises villagalvenses estén en Rosario". Con relación a la posibilidad de solucionar los inconvenientes fue taxativo: "Lo vamos a hacer de forma que castigue lo menos posible a la clase humilde". El intendente de Rosario, Hermes Binner, fue más escueto. "Debemos dialogar para concertar una propuesta superadora", sostuvo, antes de agregar sobre la protesta: "No escuché ninguna organización de taxistas que se haya hecho cargo de la movilización".
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