Las acusaciones entre bonaerenses y santafesinos por el incumplimiento de las obras para resolver el desborde la laguna La Picasa, que inunda más de 500 mil hectáreas de tierras productivas de tres provincias, signó la reunión realizada esta semana en el anexo de la Cámara de Diputados para tratar la situación. Los representantes de Santa Fe, que impulsan la construcción de un canal aliviador en el área norte de la laguna, acusaron a los bonaerenses de desviar las aguas hacia su territorio, mientras que los de Buenos Aires culparon a los santafesinos de derivar los excedentes hacia el sur. Los bonaerenses denunciaron también que el canal de 90 kilómetros construido por Santa Fe como "Alternativa Norte" inunda parte de su provincia, lo que fue rechazado por los santafesinos señalando que esa vía esta tapada por mandato de la Corte Suprema de Justicia de la Nación (ante la cual ambas provincias litigan por el tema). También los bonaerenses objetaron a los gobiernos de Córdoba y Santa Fe por no haber incluido las obras que deben encararse en sus respectivas provincias para solucionar el problema de La Picasa en el Plan Federal de Infraestructura, a diferencia de lo dispuesto por el de Buenos Aires. A su vez, cordobeses y santafesinos replicaron que en el marco de las dificultades financieras que atraviesa el país estimaban que el mentado Plan Federal no llegaría a realizarse. El encuentro fue convocado por los diputados nacionales santafesinos de todas las bancadas para debatir alternativas al problema que amenaza con agravarse a partir del próximo mes cuando comience una nueva temporada de lluvias en la región. La disparidad de criterios y la amplitud de las diferencias expuestas por los representantes provinciales impidieron alcanzar un acuerdo pero los legisladores prometieron esforzarse para reducir el disenso y bregar por que los fondos destinados a las obras de la Picasa sean incluidos en el presupuesto nacional del próximo ejercicio. El mayor peso de las discusiones estuvo a cargo de los representantes de los gobiernos de Santa Fe, Ricardo Fratti, y de Buenos Aires, Angel Maidana. Las intervenciones más duras estuvieron a cargo de los intendentes Gustavo Deheza (Rufino-Santa Fe) y Eduardo Salleras (Aarón Castellanos-Santa Fe), quienes denunciaron la falta de respuestas por parte de los gobiernos nacional y provincial. Roberto Yoria, en representación de la Facultad de Ingeniería y Ciencias Hídricas de la Universidad Nacional del Litoral (UNL) fundamentó la necesidad de actuar con urgencia ante el crecimiento del nivel de las aguas de La Picasa, cuyo diámetro se expandió en más de quince kilómetros, según hicieron notar, coincidentemente, los intendentes Miguel y Salleras. Los estudios de la UNL muestran que el ciclo húmedo en la región ha tenido en los últimos años picos muy elevados, como los 1.435 milímetros llovidos en 1997/1998 o los 1.185 milímetros de 1998/1999, contra el promedio histórico de 800/820 milímetros, esperándose, además, para la temporada de lluvias 2001/2002 otra cifra de envergadura que agravará la situación planteada.
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