Con la apertura del sobre número dos que encierra el proyecto de la Autoridad Portuaria de Tarragona para las terminales rosarinas, el proceso licitatorio transitará su recta final hacia la adjudicación. A partir de hoy, y una vez que el Enapro abra la oferta del grupo catalán, la consultora Ernst&Young (que asesora al ente en la licitación) determinará en 30 días si corresponde pasar al sobre número tres, que contiene la oferta económica.
Según explicó la titular del ente portuario, María Herminia Grande, el único oferente interesado en explotar el puerto por 30 años deberá acreditar en este paso el pago de un canon fijo mensual de 150 mil pesos durante los próximos 10 años de concesión. Finalizado este período, el Enapro podrá cobrar el 7,5 % de la facturación neta si se supera este monto fijo. También se analizará el compromiso de concreción de las obras obligatorias en el puerto (estimadas en entre 7 y 9 millones).
En cuanto al aspecto laboral, los pliegos licitatorios planteaban un puntaje de calificación para los inversores que tomaran hasta un 80 por ciento de mano de obra local. Sobre este punto, se supo extraoficialmente que el consorcio tarragonés estaría en condiciones de cumplir con creces esta requisitoria.
"Si hasta aquí la propuesta cumple con lo requerido en los pliegos, se definirá la adjudicación, que estimativamente se prevé para noviembre", apuntó Grande.
Pero resta un paso formal: el período de conformación del contrato, plazo en que el adjudicatario del puerto deberá constituir la sociedad en el Registro Público de Comercio. Por su parte, el Enapro tendrá que conformar un inventario con los bienes que encierran los muelles locales, de modo de justificar la presentación de garantías que el futuro concesionario deberá completar por 25 millones de pesos.
De prosperar cada uno de los procedimientos previstos en el proceso, "para el primer trimestre del año entrante habrá un puerto adjudicado y un concesionario con su contrato correspondiente", remató Grande.
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La Ciudad
