Walter Gasparetti
San Jenaro Norte. -A casi un año del crimen de una beba recién nacida hallada en el basural de esta localidad, pobladores preocupados por el deceso y también por la extraña muerte de su madre, de 19 años, ocurrida tres días después, organizaron una nueva marcha de silencio para reclamar el esclarecimiento del caso. La movilización se efectuará el 25 de este mes a las 19, y cubrirá gran parte de las calles de esta localidad del departamento San Jerónimo. Los organizadores recordarán ambas muertes con una misa en la parroquia local el sábado 29. "La comunidad siente que la investigación no avanza. Han transcurrido casi doce meses, no hay imputados y no se han esclarecido los hechos. Hay interés en seguir pidiendo justicia", dijo la abogada Silvia Mackrey, una de las referentes del grupo. La causa es investigada por el juzgado de Instrucción Nº2 de Santa Fe, a cargo del juez José Manuel García Porta. El magistrado viajó a esta localidad en varias oportunidades para tomar contacto con el caso, e incluso tomó testimonios en la comisaría del pueblo. La abogada indicó el titular de la Fiscalía 1ª solicitó nuevas medidas y testimonios, pero esas diligencias aún no se realizaron. El 25 de setiembre del año pasado un empleado de la comuna halló el cuerpo de una beba en un basural, adentro de una bolsa de residuos. Exámenes médicos posteriores determinaron que la criatura había nacido viva y que se trataba de un homicidio. Tres días después y ante la sospecha de que la madre de la beba sería Berenice Colautti, la policía programó una visita a su domicilio. Pero antes de que se concretara el encuentro, un incendio en la vivienda provocó la muerte de la joven. A partir de ese hecho los pobladores comenzaron a hacerse preguntas sobre las causas del deceso de la beba y se volcaron a las calles en reclamo de justicia. Uno de los actos más numerosos se registró en la esquina de la ruta 65 y Roque Sáenz Peña. En esa reunión se leyó un texto que fue enviado por la monja Martha Pelloni. La autopsia al cuerpo de Berenice determinó que la joven se suicidó, según dijo oportunamente el juez García Porta a La Capital. Por su parte, una primera inspección médica del cuerpo de la beba determinó que el momento del parto el cordón umbilical "no fue seccionado por un profesional y que el cuerpo presentaba lesiones". Estudios posteriores dieron como consecuencia que falleció por los golpes recibidos y que tenía ocho meses de gestación. Para la abogada Mackrey, "debería haberse preservado el lavadero donde se registró el incendio porque esto perjudicó el desarrollo de la investigación". "El pensamiento generalizado es que resulta imposible que una joven de 19 años, primeriza, haya ocultado un embarazo y el parto, y que haya podido por sí sola matar a su beba y hacerla desaparecer. Por eso pensamos que deben existir una o varias personas partícipes o encubridoras del hecho", dijo Mackrey.
| |