Se llama Marta Beatriz Miranda y tiene 57 años. Estaba rodeada de chicos con algunas décadas menos, pero también ella fue primer promedio. Se bancó cuatro años de profesorado de portugués y logró llevarse su diploma. Tal vez no había imaginado volver al aula en calidad de alumna y, menos aún, con algunos abriles sobre sus espaldas. Sin embargo demostró que la edad no impide lucirse, aun sobrepasando a quienes tienen una vida por delante. Aunque esa podría ser la clave. "Me anoté con todos los riesgos que tiene mi edad, pero en ciertas etapas de la vida uno tiene más tiempo para dedicarle a este tipo de cosas", aseveró. La flamante graduada fue maestra y sintió la necesidad de volver a aprender para volver a enseñar. Exultante, se puso ella misma como ejemplo de motivación a los demás. "Pienso que mi caso les podría servir a aquellas personas que en algún momento no saben qué hacer". Marta parece ser una mujer coqueta en todo sentido. A veces, demasiado ingenua. "Bueno, 9,25 no es un promedio muy alto", dijo. ¿Será para tanto?
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