Las consecuencias por la crisis sanitaria desatada en el país por el rebrote de la aftosa siguen aumentando la desazón de los integrantes de la cadena cárnica. En el sector se prenden velas para que se reabran los mercados lo más pronto posible pero la fecha todavía es difusa y los más optimistas hablan de fin de este año o primer trimestre de 2002. Mientras tanto, se agudiza la caída del precio de la hacienda que esta semana tocó los pisos más bajos de los últimos tiempos, 63 centavos el kilo, y hay quienes dicen que se pagan valores aún menores y la faena sigue decreciendo. Los frigoríficos y supermercados dicen estar "tapados de carne", sin embargo, el consumidor no registró una caída proporcional en los mostradores. El impacto de la crisis sumado a la fuerte recesión general del país agudizan más sus efectos y en el sector reclaman medidas urgentes para que no se agreguen más quebrantos.
El precio de la hacienda en los mercados concentradores de Liniers y Rosario, llegaron esta semana a sus pisos más bajos. De acuerdo a los cómputos que manejan operadores del sector privado y oficial, el índice-novillo que es el termómetro de Liniers, perforó esta semana los 70 centavos por kilo vivo, uno de los números más bajos de los últimos tiempos y se ubicó en los 63 centavos por kilo vivo.
El mercado Rosario siguió los mismos pasos y según Gonzalo Méndez, presidente de la Cámara de Industrias Frigoríficas de Santa Fe, estos valores no son referencias exclusivas ya que la actividad está distribuida en todo el país y le consta que se han pagado precios inferiores a esos
Si bien algunos actores consideran que la baja tiene que ver también con un pico estacional por la oferta de animales y por la necesidad de los productores de desalojar los campos para hacer agricultura, el tema , genera preocupaciones.
En picada
Según un informe de la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina, (Ciccra), en los últimos meses de 2001 el precio promedio de la hacienda continuó con su tendencia decreciente. En el mes de agosto quedó en un nivel promedio de 0,723 por kilo vivo y en comparación con julio, la baja fue del 4,1 %. Pero el contraste se acentúa si se comprar con agosto de 2000 cuando comienzan a aparecer los primeras señales de animales enfermos con aftosa, y la disminución se ubica en el orden del 14,4% .
"En el período enero-agosto, el precio promedio fue de 0,777 por kilogramo vivo, acumulando una contracción de 3,4 en comparación con el mismo lapso del año pasado", señala el informe.
"Esta es un consecuencia que a mediano plazo iba a ocurrir ya que si bien la faena para la exportación era del 15% , esos animales de mayor kilaje se comercializan en el mercado interno y al no haber demanda se venden a menor precio", afirmó MéndezEl empresario explicó que, si bien la primera reacción de los productores fue de retener los novillos, aún perdiendo dinero , la profunda recesión que vive el país por un lado y la excesiva oferta, por otra, obligó al ganadero a desprenderse del animal. "La gran pelea de hoy es por vender y por cobrar", indicó Méndez y según su análisis va a continuar bajando la hacienda.
Para graficar la dura situación por la que atraviesa el sector, la Federación Agraria Argentina explicó que sin los gastos de comercialización, a un productor ganadero con un kilo de carne sólo le alcanza para comprar un litro de gasoil.
"El problema es que si había muchos productores en duda con la ganadería, esto va a agravar la crisis de la cadena y se puede crear un quiebre importante en la cadena de pagos", afirmó Méndez.
Lo cierto es que, si bien se observa esta fuerte caída en la hacienda en pie-sobretodo de novillos y vaquillonas- esta baja no es registrada en forma proporcional por los consumidores a la hora de comprar carne en los mostradores o supermercados.
Según Ciccra, el índice de precios al consumidor de carne vacuna cayó un 0,5 % en forma mensual y la deflación alcanzó a todos los tipos de cortes. "Como destacamos habitualmente, los precios minoristas de las carnes vacunas acompañan desde atrás la baja del valor de la hacienda."
"Es una falacia que no baje el precio al consumidor", disparó Angel Girardi, presidente de Aprocaboa y agregó: "Para que aumente el consumo tiene que bajar el precio de la carne".
En lo que todos coinciden es en la urgente necesidad de que se reabran los mercados externos sobre todos los europeos y por eso se aguarda con ansiedad la visita de la misión sanitaria europea.