Rosa María Torres (*)
"Sembradores de una semilla que hizo fértil el campo para que en él fructifique la idea nueva. Ser que con música y amor supera al sacrificio, guía al niño, conduce al joven y abre puertas al futuro". (El Comercio, Quito). "El maestro lo es todo, encierra sentimiento, abnegación, sacrificio y bondad. Su nombre irradia esperanza de un futuro mejor para la patria, de él depende la buena formación de la niñez y la juventud, es motor del devenir de los pueblos. El maestro es mística, es entrega permanente en provecho de los demás, sin esperar recompensa. Es desinterés, es el que va más allá del sacrificio". (El Telégrafo, Guayaquil). "El maestro es un tributo. Un civilizador. Un propagandista de los progresos de la ciencia y de la democracia. Todo maestro responde a las necesidades históricas de la sociedad. Entonces, inspira ideales, pensamiento y acciones que en definitiva recogen las mejores lecciones de la civilización. Maestro es aquel que enseña a defender la soberanía, la cultura, la libertad, la dignidad y el progreso de la Nación (...). El magisterio siempre ha sido la vanguardia de la sociedad. Todo maestro entrega su vida en la cátedra. Allí deja lo mejor de la juventud, de su talento, de sus sueños, de sus fuerzas físicas y espirituales". (El Telégrafo, Guayaquil). ¿Es que se volvieron todos locos? ¿Ganó el sindicato docente las elecciones presidenciales o la mayoría en el congreso? ¿O es que de pronto se ha tomado conciencia de la importancia de los maestros y se ha decidido revisar drásticamente políticas, medidas y actitudes hacia el magisterio? Nada de eso. Se trata simplemente del Día del Maestro. Día en que todos los maestros son santos, héroes y heroínas, vanguardias de la sociedad. A partir de hoy, durante los restantes 364 días del año y hasta el próximo Día del Maestro, todo volverá a la normalidad. (*) Pedagoga (Ecuador). Extracto de su libro "Itinerarios por la educación latinoamericana" (Paidós).
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