La diputada del ARI Elisa Carrió afirmó ayer que "hay una estupidez colectiva muy grande" en el sistema político argentino, en la que involucró a dirigentes del oficialismo y la oposición e, indirectamente, al propio presidente Fernando de la Rúa y al titular de la UCR, Raúl Alfonsín, por sus peleas y posteriores reconciliaciones. "Todo es irracional; no pagar la deuda, hablar de conspiraciones y abrazarse de nuevo; un tercer acuerdo de unidad nacional, sin presidente racional. Hay una especie de estupidez colectiva muy grande. Cuando llega al nivel de dirigentes, es mucho más grave aún", advirtió. En diálogo radial, Carrió reiteró sus críticas hacia el jefe del Estado, al señalar, cuando se le preguntó si la había defraudado, que "mucho más que eso, porque siempre pensé que era un republicano moderado, que tenía límites en algunas cosas y que no había doble moral explícita". "Estoy convencida de que los sobornos (en el Senado) fueron ordenados desde la Presidencia de la Nación. El ascenso de (Alberto) Flamarique es confesión política, es autoinculpación", opinó.
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