La razón por la cual la gente no le tiene confianza a los políticos es porque nunca sabe cuál es la verdad profunda de su pensamiento. Prometen lo que no pueden cumplir y luego explican el incumplimiento tratando de echarle las culpas a otros. Decía Winston Churchill: "Un político anuncia lo que hará dentro de un año y cuando llegue la fecha, explicará porqué no se pudo hacer". El gran drama de los rosarinos es apreciar cómo su dirigencia más notoria navega entre varias aguas. La técnica que Arlt llamaba "la especialidad del engrupe con jarabe" ha sido desarrollada hasta la máxima capacidad exponencial en la política argentina donde aparecen insignes macaneadores de corto vuelo. Y los que vinieron con el almibarado cuento de reformular la política para hacerla creíble, pura y útil, terminaron en la chantada de Fernando De la Rúa, del Chacho Alvarez, de Fernández Meijide.
Todo esto, sin embargo, al tiempo que agrava el desconcierto revela una dirigencia política seria pero que, lamentablemente prevalece la impronta de mediocres que hacen la triste historia cuyo sufrimiento afronta el pueblo. Como enseña Chomsky, los cambios en la terminología política va revelando un travestismo, ya no se usa pueblo sino gente, sociedad, electorado, contribuyentes y dentro de poco habitantes.
La cobardía se disfraza de consulta. Para tomar una decisión propia se pretende hacer consultas que obviamente deben reservarse a grandes y trascendentes temas, si para mantener o modificar una capilla en Fisherton hay qué hacer una consulta popular ¿para qué tenemos 42 concejales? Los corajudos concejales ¿qué harán con la carta documento que enviaron cinco vecinos de Fisherton anticipando que quienes voten el proyecto del Arzobispo por la capilla Cristo Rey serán denunciados criminalmente y además por resarcimiento pecuniario? Lo sensacional sería que quieran meter preso al arzobispo por su idea de ensanchar un edificio parroquial.
El abandono no es casualidad
Cuando en Canadá el gobierno consultó al pueblo si estaba dispuesto a pagar más impuestos para mejorar la educación procedía con altura. Usted puede consultar popularmente si está de acuerdo con la clonación humana o no, pero es demostrar ineptitud, confesarse pusilánime si postula una consulta popular para, por ejemplo, eliminar el despiadado negocio de las grúas que se llevan automóviles como si fueran bolsas de basura. Créase o no en Rosario, los pícaros pintan sus cordones de amarillo para que nadie estacione y si lo hace, la grúa, con personal ignorante, se lo lleva. Ejemplo: una farmacia cercana al Village. Este abandono que sufre Rosario no es casualidad; en mi opinión y así lo creo, Hermes Binner ha resuelto acumular para la campaña del 2003 que lo tendrá como candidato a gobernador.
Todas las operaciones extrañas que vengo apuntando, tienden a eso. No es esta campaña con Mónica Fein -si no le ponen el presupuesto municipal a su servicio esta muchacha saca menos votos que Tatiana- la que le importa, sino la próxima. Sólo de esta manera se explica el decreto 1016 que quienes defienden al intendente dicen que "se lo hicieron firmar". Este decreto convalida el acuerdo con la Facultad de Ingeniería que agrava lo original del año 1992 porque aparte de pagar 6.000 pesos mensuales con dinero rosarino, la Municipalidad que ha abandonado la asistencia social, que no aporta alimentos, que desampara a los sumergidos, que abandona el mejoramiento de la ciudad, que con infatuación tiende al elitismo marginando a los pobres, se hace cargo del personal que selecciona la Facultad. ¿Sabe que significa esto? Que el pueblo rosarino paga estudiantes afiliados a las agrupaciones que responden al intendente, el 20% lo pasan al partido y además son punteritos, repartidores de votos casa por casa, fiscales y sigue el reparto. De tal modo, 50 de los 54 sublemas reconocidos en Rosario, pagan con Ud. para financiar a los 4 sublemas de Binner en la más desvergonzada maniobra politiquera de estos tiempos. Desde los tiempos de Cepeda cuando volcaban las urnas -procedimiento hoy imposible- nadie se atrevía en Rosario a hacer estas matufias politiqueras disfrazadas de estudios del transporte.
Nos ha costado en estos 10 años más de 2 millones el cuento del Instituto del Transporte cuya cabeza identificable ha sido Adjiman, el mismo que con Cristiani, intendente del Proceso, cobró 5 millones de dólares por el nomenclador en su sociedad con Chegoriansky, luego Director de Vialidad con Alfonsín, controlador de la Circunvalación. Ya lo cité a Perón: "No son traidores, tienen sucesivas lealtades". Mienten anunciando la instalación de 40 semáforos, en lo que va del año han colocado solamente 6. Todo es engaño. Gastar tanta plata para descubrir que los colectivos pasan cuando se le ocurre a don Agustín o Masarutto, sobrevivientes de la espantada de los inversores que les pegó Blanco y el "Chino" Garibay desde la Secretaría de Servicios Públicos y que ahora Miguel Lifschitz trata de recomponer con inventos asombrosos, como dar por buena una frecuencia otorgándole el doble del tiempo permitido o buscando el impuesto que pondrán después de las elecciones para que haya algún colectivo por estas calles.
Lifschitz es buena persona pero o se transforma en rulemán de la farsa o lo van. Y nadie se va por las suyas. Tengo a la vista decretos de Binner que Lifschitz refrenda nombrando a 9 personas para estudiar el transporte con honorarios de 1.100 a 3.000 pesos, decretos 943 y 1017, todo suma para el 2003, todo suma al 20%. Cada vez sospecho más de la borratina de cuentas tributarias porque así como no me contestan el fax de un caso líder -la deuda con embargo era de 25.000 dólares, pasó a la cuarta parte, levantaron el embargo y dejaron vender según lo explicité el pasado domingo en este diario- le acaban de negar a una señora jubilada con 180 pesos, la exención de la tasa. Este es el manejo municipal que a los peronistas nos revuelve las tripas, usar los dineros de la gente para los que tienen, negarle a los que no tienen, simular sensibilidad social, recaudar para las campañas electorales, falsear los objetivos. Estos socialistas que trajeron todos los hipermercados no tienen vergüenza en aparentar ahora, defender a los pequeños comerciantes. Primero los mataron, hoy les mienten la resurrección.
¿Ciudad de los niños?
Quiero revelarles el yeite, diría Pelé. Esta ordenanza sobre hipermercados se discutió 4 meses, el jueves, media hora antes de tratarla, los socialistas vinieron de asalto y apuro: a las cadenas locales se les permite todo con lo que, cuando una de afuera las quiera comprar, como lo hicieron con las cadenas de Regunaschi, Casinerio y Boerio, el precio obviamente se multiplica. ¿Seremos tan cándidos como para creer que es la pasión local de quienes gobiernan despreciando la inteligencia rosarina, el esmero rosarino, la capacidad rosarina? La estudiantina letal que ocupa el poder en Rosario, actualmente enredada en una interna que produjo esa lista tipo macedonia lanzada en el aniversario de la quiebra de la democracia por parte de Uriburu ¡hasta para los aniversarios es inepta! ¿Cómo se puede mentir llamando a Rosario "Ciudad de los Niños" según el proyecto de un italiano cuando miles de niños vagan por nuestras calles pidiendo en los semáforos, explotados a la vista de todos sin una sola actitud municipal? \Este deslinde de responsabilidades tiende a fragmentar la sociedad rosarina en salvados y acostados, eso nos separa de esta estudiantina, ellos han optado por los salvados, nosotros queremos el salvataje de los sumergidos. Tan oprobiosa fractura tiene perfiles insultantes hacia la pobreza. En un diario porteño, el reciente miércoles, una columna firmada por el arquitecto Luis Grossman, vinculado al colombiano Forero Ochoa para diseñar el Distrito Centro, exalta al portugués Alvaro Siza que le costó 500.000 pesos incluida casa y comida para su representante -lo que se está pagando- para proyectar el Distrito Sur.
Este formidable negocio de arquitectos de ricos que paga el pueblo rosarino, tiene perfiles trágicos, pagamos para que se usen grandes diarios con columnas firmadas por contratados de la Municipalidad que ocultan tal situación. Dice Grossman que Siza es tan delicado que sólo come en platos blancos para ver bien la comida sobre la vajilla. Uno de cada tres rosarinos no puede ver la comida simplemente porque no la tiene.
Los socialistas se están pasando, han perdido el respeto que se merece esta ciudad desestructurada en años de desgobierno. No quiero que me reprochen ciertas frivolidades en el texto porque el tema es de rango superior. Por eso invito a los rosarinos a reflexionar sobre el futuro de la ciudad. Si el 14 de octubre los aliancistas ganan habrá triunfado el diagnóstico del doctor Lombardo, ministro y médico de Fernando De la Rúa, ateroesclerosis. En Rosario ganará la recaudación para el partido socialista destinada a la candidatura de Binner para gobernador, en el 2003.
Ofrecemos en cambio la inalterable fidelidad a Rosario, sin usar la banca de concejal como puente para otros destinos según la triste experiencia dolorosamente repetida en estos tiempos y acaso en marcha luego del 14 de octubre.
La Ciudad
