La Pastoral de la Salud reunió a casi 800 fieles

Fueron casi 800 fieles. Llegaron a Rosario desde Tucumán, Salta, Misiones, Buenos Aires y muchos otros puntos del país. Escucharon atentamente las charlas sobre el sufrimiento y la ética de la vida, y participaron de los talleres de reflexión. Pero sobre todo intercambiaron experiencias. Aunque cada uno de los que asistió ayer a la Pastoral tiene una realidad distinta, todos se desempeñan en el área de la salud. Y son justamente quienes viven más de cerca las necesidades y la pobreza. El encuentro nacional continúa hoy en la escuela Virgen del Rosario (Salta al 2700).
Las palabras del presidente de la Comisión Episcopal de la Pastoral de la Salud, monseñor Rinaldo Bredice, se repitieron como un eco en las de cada profesional, agente o voluntario que ayer participó del encuentro. "La Iglesia cada vez tiene que ayudar más para tratar de solucionar los gravísimos problemas que todo cura párroco palpa diariamente con la gente que viene a golpear su puerta", manifestó el sacerdote.
La realidad que viven de cerca estos católicos es la que describe Bredice. "Nunca vi una peor situación que ahora. Se está empezando a tocar fondo en áreas de la salud, sobre todo en aquellas donde hay niños y ancianos", expresó el padre Rubén Bustamante, rosarino pero residente en Misiones. El cura comparó la realidad de Misiones con la de Rosario: "No aplaudo la situación de esta ciudad, pero allá se hace lo que se puede. En Misiones hay gente que llega hasta la muerte porque no puede comprar remedios".
Se suele decir que "Dios vive en todos lados pero atiende en Buenos Aires". Sin embargo, para María Lescano, que trabaja en una parroquia en el partido de San Isidro, "ojalá hiciera aunque sea una visita en Buenos Aires porque allá también la salud está muy deteriorada. El hombre puede estar sano físicamente pero está muy caído", dijo la mujer.
La realidad de Rosario fue descripta por Rosita, voluntaria del Hospital de Emergencias Clemente Alvarez (Heca), y fue bastante optimista: "La lucha no es fácil pero tampoco imposible. Pienso que esta crisis no es pasajera pero van a tener que venir mentes nuevas para cambiar esta situación", dijo la voluntaria.

El encentro nacional sigue hoy en Salta al 2700.