Año CXXXIV
 Nº 49.234
Rosario,
domingo  09 de
septiembre de 2001
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Primera B
Argentino rescató un pobre empate
En una baja producción igualó con Cambaceres 1 a 1 con gol de Robisso y continúa en la punta

Con los pies sobre la tierra. Así está Argentino, que tiene bien en claro cuál es su realidad y no se deja llevar por las apariencias. Porque si no es complicado entender la mansedumbre con la que aceptó el pobrísimo empate en un gol con Defensores de Cambaceres, que venía golpeado por la goleada que le había infrigido Brown. Los salaítos traían el antecedente de tres victorias consecutivas y el liderazgo, pero saben que compiten en un torneo donde nadie se saca ventajas y que están en el inicio de un proceso a largo plazo. Por eso no existieron lamentaciones, aunque si quedan en el tintero varias cuestiones por resolver.
El impresentable primer tiempo de ayer tuvo un condicionante: el espectacular gol de Da Ponte. En el momento menos esperado, y cuando se naufragaba en la intrascendencia, el volante central de Cambaceres recogió un balón en el borde del área y sacó un zurdazo que se clavó en el ángulo izquierdo haciendo estéril el vuelo de Del Vecchio.
A partir de ese instante Argentino se desorientó y desnudó los inconvenientes para asumir el rol de protagonista. Porque progresar en ataque le cuesta una enormidad y a medida que se le cierran los espacios no encuentra las variantes. Y eso que jugó desde el inicio Bagüí para otorgarle mayor creatividad a la zona de gestación. Pero ni él ni Vanadía pesaron.
Como si fuera poco, la necesidad de buscar el empate desestabilizó lo que hasta ayer fue una de las virtudes de Argentino: la defensa. Los hombres de la última línea se complicaron sobremanera, en especial con el fornido Matías Sánchez que pudo haber estirado la cuenta.
Forcejeos y pelotas divididas. Un concierto de desaciertos que cambiaron algo en la segunda etapa, con las apariciones de Juan Ojeda que tuvo la virtud de desequilibrar con su gambeta. Y de empalar un balón para el cabezazo goleador de Robisso cuando parecía que perforar el arco de Cambaceres era imposible.
Y lo tuvo otra vez Robisso, pero su gambeta larga sobre la salida del arquero César González terminó afuera luego de otro pase preciso de Ojeda.
El entusiasmo por seguir yendo esta vez suplió las otras deficiencias. Y como bien mencionó su técnico José Machetti, Argentino es un equipo armado de atrás hacia adelante. Por eso, mientras sigue acumulando puntos para incrementar su bajo promedio, debe seguir encontrando la fórmula para que los caminos al gol no sean un territorio inhóspito.



Robisso se llena la boca de gol en el empate salaíto.
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Machetti reconoció que todavía le falta encontrar las variantes ofensivas
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