Año CXXXIV
 Nº 49.234
Rosario,
domingo  09 de
septiembre de 2001
Min 6º
Máx 18º
 
La Ciudad
La Región
Política
Economía
Opinión
El País
Sociedad
El Mundo
Policiales
Escenario
Ovación
Suplementos
Servicios
Archivo
La Empresa
Portada


Desarrollado por Soluciones Punto Com






Ciclismo: A 50 años de la Buenos Aires-Rosario
Luis Meroli rememora la prueba que sólo se disputó una vez y fue ganada por otro rosarino

Corría septiembre de 1951. Más de ciento veinte pedalistas se aprestaban a darle vida a una de las competencias ciclísticas más importantes de la historia argentina: la Buenos Aires-Rosario. Una prueba que quedó grabada en la mente de muchos y que hoy, al cumplirse el quincuagésimo aniversario, es revivida por Luis Meroli, un rosarino que se dio el gusto de correrla y de culminar en el tercer lugar. En aquellos momentos estaba cumpliendo el servicio militar y cubrir esa distancia le significó todo un desafío y una satisfacción incomparable. Si bien tuvo varias gratificaciones antes de retirarse con 28 años en 1958, todavía rescata como lo más valioso que le sucedió esa única carrera realizada entre las dos ciudades más importantes del país, y cuyo ganador fue el rosarino Juan Martín, fallecido a mediados del 2000, y en la que se ubicó segundo el porteño Héctor Gancedo, quien murió en un accidente automovilístico en 1960.
"Fue una competencia muy dura, con muchos participantes -rememoró Meroli-. Lástima que después de ese año la Buenos Aires-Rosario no se volvió a correr. Creo que es una lástima porque esa fue una de las pruebas deportivas más importantes de ciclismo, sobre todo porque había sido organizada por gente de nuestra ciudad".
-¿Qué características tuvo la carrera?
-El mayor problema es que se hizo en una sola etapa. A la 1.40 salimos de plaza Congreso, y hasta Capitán Sarmiento lo hicimos prácticamente en tren de excursión con las luces de los autos, lo que se podría decir que fue una odisea. Allí tuvimos una parada de sólo 10 minutos. Luego tuve una caída, lo que hizo que el pelotón se me alejara bastante, pero rápidamente lo pude alcanzar. Cuando estábamos a unos cuatrocientos metros del final Juan (Martín) se despegó del resto. Detrás de él salió Gancedo y yo no tuve otra que salir a buscarlos, pero no los pude pasar. Así fue como Martín se quedó con el primer puesto.
-¿Por qué no se volvió a correr?
-Creo que fue porque a los dirigentes no les interesó mucho hacer ese tipo de competencias, sólo se dedicaban a realizar una doble Casilda, Pergamino o Santa Fe. Más allá de eso, la Buenos Aires-Rosario creo que quedó grabada en la mente de mucha gente.
-¿Por qué cree que hubo tanta supremacía de los corredores rosarinos en esa carrera?
-Creo que se dio así porque el arribo era en nuestra ciudad. El hecho de terminar la carrera en nuestro parque Independencia, con mucha gente esperándonos, hizo que nuestro esfuerzo sea mayor. También se dio que los otros competidores no venían muy bien. Por suerte, el título quedó en Rosario.
-¿Qué es lo que más lo satisface de esa prueba, haber corrido o haber participado?
-Las dos cosas. Lo bueno de esa carrera es que fue más importante que muchas otras, sobre todo por las características que tuvo. Al ser tan dura y sufrida tuvo más valor que otras. A todos los que participamos nos quedó un recuerdo inolvidable.
-Más allá del tercer puesto, ¿recuerda si ese día se quedó con algo de angustia por no poder ganar?
-No, porque ganó un amigo mío. Martín era mi compañero de equipo.
-¿Fue la competencia más importante de su vida?
-En parte sí, aunque debo reconocer que gané otras carreras importantes, como los dos campeonatos santafesinos de medio fondo y de persecución sobre cuatro mil metros, en 1953. También gané una Santa Fe-Rosario, y una de las más importantes por el nivel de los competidores, que fue la de Rafaela, de 100 kilómetros en un circuito callejero.
-¿Considera que bajó el nivel de las competencias en los últimos años?
-Totalmente. No hay ciclistas de Rosario que se puedan destacar como en nuestra época.
-¿Por qué se da esto?
-Porque no hay carreras importantes. En mi época se hacían carreras casi todos los fines de semana en el parque Independencia y eso ahora no sucede. Las que hay se hacen en el circuito KDT, que está muy alejado del centro de la ciudad. Además, en más de una oportunidad, a varios ciclistas les robaron su bicicleta.



Meroli sigue despuntando el vicio de pedalear.
Ampliar Foto
Notas relacionadas
El británico Millar domina en la Vuelta de España
Diario La Capital todos los derechos reservados