El Sindicato Argentino del Hip Hop consiguió derribar las barreras que existen en el país con ese género que es tan popular en los Estados Unidos. Su primer disco, "Un paso a la eternidad", ya lleva vendidas casi diez mil copias y los rankings registran dos hits de su cosecha: su versión del clásico "Mil horas" y el nuevo "Dónde yo estaré", compuesto sobre un sample de un tema original de Palito Ortega. El grupo formado por los raperos Smoler, Frost, Huexo y Derek, al que se le suma el disc jockey Fabry, también consiguió dos nominaciones para los Grammy latinos que se entregan el martes próximo.
El rapero Smoler habló con Escenario sobre cuánto le costó al grupo acceder a su álbum debut, los prejuicios de los argentinos con la cultura del sample y el trabajoso camino del hip hop hacia el mercado masivo.
-¿Cómo se originó el Sindicato Argentino del Hip Hop?
-El grupo nació a principios de los años 90 como una organización que promovía el hip hop en la Argentina. Eramos unas 20 personas que armábamos fiestas en el oeste del Gran Buenos. A partir de ahí salió la banda, con los más estables de ese grupo.
-¿Cuánto les costó llegar al CD debut?
-Mucho. A medida que hacíamos los demos íbamos ofreciendo el material a las discográficas, pero fuimos rechazados en todos lados, porque no había un antecedente de ventas de rap o hip hop en la Argentina. Recién cuando el demo de "Mil horas" llegó a manos de Cachorro López él nos puso en contacto con Universal. Pero nosotros terminamos de grabar el disco por nuestra cuenta, sin saber si la compañía lo iba a aceptar.
-¿Creés que hubiesen accedido al circuito masivo sin el cover de "Mil horas"?
-No, nunca lo hubiésemos conseguido. A nosotros nos costó mucho penetrar en el mercado más masivo. Nosotros tuvimos que salir a probar que el hip hop se puede cantar en castellano, que es lo más raro que se puede escuchar. Nuestro estilo base viene del hip hop más oscuro, el de la escena de Nueva York, la rama de Wu Tang Clan, con loops y mucho rap. Pero tuvimos que grabar un disco con varias influencias para demostrar lo que el grupo era capaz de hacer.
-¿Qué hace falta para que el hip hop se transforme en un estilo realmente popular?
-Falta mucho tiempo para que los argentinos puedan entender el hip hop. El nivel de popularidad del género se va a mantener así, como hasta ahora. Lo más probable es que con el hip hop pase lo mismo que con el reggae. El reggae tiene su punto fuerte en Los Cafres y Los Pericos, y no pasa de eso. Acá el gusto popular está liderado por el rock y la cumbia, pero yo creo que de a poco vamos a ser aceptados. Al principio la gente no nos entendía, les costaba vernos solamente con una máquina, rapeando sobre el escenario, andaban preguntando dónde estaba el baterista.
-¿Está asimilada la cultura del sample en la Argentina?
-No. Acá siempre está el músico purista, que te dice que si un tema es sampleado no sirve. Acá todos quieren ser músicos, quieren tocar todos los instrumentos y ser virtuosos. Pero no pasa todo por ahí. También hay que tener un toque de virtud para saber qué se samplea y cómo pueden hacerse diferentes combinaciones.
-¿Samplear quita identidad?
-No. Samplear canciones nacionales, como hacemos nosotros, es también una forma de tener identidad. En el segundo disco, que lo tenemos casi terminado, vamos a meter un sample de "Balada para un loco", de Astor Piazzolla. Las letras que hablan de lo que pasa en el país también nos diferencian del hip hop que se hace afuera.
-¿Qué opinás de Eminem?
-Es muy bueno. Mientras su trabajo pueda difundir el hip hop, mientras sirva para abrir la cabeza de la gente, nosotros vamos a estar de acuerdo. Además lo produce Dr. Dre, que es toda una garantía.
-Ahora hay grupos de pop adolescente, como NSync, que se quieren subir al carro de la avanzada hip hop....
-Sí, es cierto, pero el género no es solamente meter un poco de rap en un tema, es tener al DJ, los raperos, los bailarines y los graffiteros. Eso marca la cultura hip hop y así lo hacemos nosotros.
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La Ciudad
