En un espectacular golpe comando a una empresa de transporte de la zona oeste, un grupo de delincuentes se apropió de una carga de medicamentos luego de reducir al personal a punta de pistola y mantenerlo encerrado en una oficina durante dos horas. En ese lapso, los asaltantes ingresaron un camión al galpón de la firma y lo cargaron con la mercadería mediante un trabajo en cadena que requirió de varias personas. Las víctimas reconstruyeron lo que ocurría a su alrededor a partir de lo que escuchaban, ya que permanecieron todo el tiempo acostadas en el piso, boca abajo y con las manos atadas.
Los investigadores policiales sostenían ayer que el atraco podría contar con un entregador que estuviera al tanto del movimiento interno de la firma.
El asalto ocurrió alrededor de las 13.30 de ayer en la empresa Full Track, de Rueda 3555. El portón de acceso a la firma habitualmente permanece cerrado los sábados por la tarde, pero ayer se encontraba abierto porque un electricista se encontraba instalando una alarma de refuerzo a otra ya colocada. El hombre fue sorprendido por dos ladrones armados que rápidamente redujeron a otras siete personas, entre ellas el dueño de la firma, Oscar Juárez, su hermano Enrique, su yerno, Sebastián, y un encargado que estaban realizando tareas en la oficina o preparaban pedidos en el fondo del galpón.
Los hombres fueron obligados a subir a una oficina del entrepiso, donde uno de los delincuentes les ató las manos con precintos de plástico y les exigió que se arrojaran al suelo. El asaltante permaneció todo el tiempo custodiando al personal con un fuerte control sobre sus movimientos: desde el primer momento les exigió que permanecieran con la vista en el piso para que no vean lo que ocurría a su alrededor.
Mientras tanto, al menos otros tres cómplices ingresaron un camión al galpón, para lo cual debieron correr un auto y una pick up de la firma que les estorbaban el paso. A partir de entonces los delincuentes procedieron a cargar el camión: uno de los ladrones, ubicado en el entrepiso, tiraba las cajas con medicamentos desde una ventana, otro las recibía desde la planta baja y la pasaba a un tercero que las cargaba al camión. Mientras tanto, una radio a alto volumen encendida en el lugar en el que se encontraba el personal de la firma evitaba que éstos pudieran escuchar comentarios entre los asaltantes.
Uno de los responsables del depósito señaló que la mercadería robada era del laboratorio Roux Ocefa. Debajo de la ventana por donde lanzaban las cajas quedaron esparcidas cajas de Rovenil, Bistryl, Nuriban, Gentocelina, Betametasona y Butidona, entre otras.
Además de los medicamentos, de los cuales los responsables de Full Track no pudieron establecer ni cantidad ni valor en un primer momento, los asaltantes se llevaron un anillo de oro y 700 pesos de uno de los hombres y una máquina hidráulica, según indicó la policía.
La tarea de los ladrones llevó aproximadamente dos horas, que el personal de la firma vivió con angustia y profundo nerviosismo. Mientras los asaltantes cargaban el camión, el paso de una ambulancia con la sirena encendida tensó aún más la situación, ya que alteró tanto a los maleantes como a sus víctimas.
En medio del atraco, los nervios afectaron a una de las víctimas, que comenzó a sentirse descompuesta. Entonces pidió cambiar su posición para recuperarse, lo que el ladrón que lo custodiaba le permitió sin dejar de advertirle que debía colocarse de un modo tal que continuara sin ver los movimientos de la banda.
Verdaderos profesionales
Uno de los encargados del local, que pidió reserva de su nombre, señaló que los maleantes trabajaron con verdadero profesionalismo, actuaron con tranquilidad, sin perder la calma y sin agredir a las víctimas.
Antes de retirarse, los maleantes hicieron una última amenaza: le dijeron a los empleados que esperen 25 minutos para alertar a la policía "porque conocían a todos sus familiares y podían sufrir represalias". La exigencia fue cumplida a rajatabla, y pasado ese lapso las víctimas llamaron al Comando Radioeléctrico.
El estricto control en el que mantuvieron al personal impidió que los hombres puedan ver cuántos eran los asaltantes, aunque de acuerdo a las tareas que realizaron estimaron que se trataría al menos de cinco personas dentro del galpón.
Tampoco los vecinos pudieron aportar datos: vieron ingresar el camión,pero el movimiento no les llamó la atención.
Ayer a la tarde, los hermanos Juárez, oriundos de Casilda, y el personal de la firma debieron dar sus declaraciones a la seccional 13ª, a cargo de la investigación del robo.
La firma asaltada está cargo de la distribución de los medicamentos del laboratorio Roux Ocefa en Rosario, tanto para farmacias como para droguerías, señaló la policía.
El subjefe de la seccional, Hugo Sosa, señaló que ese tipo de atraco no es habitual en la zona. Ayer a la tarde, personal de Rastros de la policía había levantado huellas en el local para la investigación, en la que participan otras dependencias de la Unidad Regional II.
La Ciudad
