Nueva York. - El proyectado escudo antimisiles norteamericano no destruiría las ojivas nucleares de los misiles que pudieran ser lanzados contra Estados Unidos, sino que las mismas podrían caer en cualquier lugar del mundo, afirma un investigador del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), de Boston. El proyecto de Escudo Espacial antimisiles, del cual se realizaron las primeras pruebas, tiene por objetivo desviar los proyectiles de su trayectoria pero no destruir sus ojivas nucleares, que en caso de una interceptación exitosa, caerían al azar en cualquier punto del globo, según el experto.La opción elegida por el Pentágono es la de atacar al misil hostil durante la fase de propulsión, cuando es fácilmente ubicable porque se comporta como un pequeño cohete y emite calor, facilitando su localización. Luego, en órbita baja, ya está más frío y es mucho más difícil de interceptar. "Primeramente, esta interceptación en fase de propulsión debe resultar, algo que no está demostrado", explica George Lewis, físico especializado en sistemas de defensa antimisiles del MIT. "Pero si eso funciona, la otra pregunta que surge es: ¿dónde caerá la ojiva nuclear?" Según las investigaciones del equipo de tres físicos del MIT que trabaja desde hace años en el tema, con la tecnología actual o con la eventualmente disponible en los años venideros, no hay ningún medio de interceptar un misil y al mismo tiempo controlar su punto de caída. "En la práctica", continúa Lewis, "se tratará de abatirlo lo antes posible, principalmente porque se querrá tener tiempo para realizar varios disparos si el primer intento falló. Esa es la razón por la cual no se tendrá mucho control sobre el lugar de caída de la ojiva nuclear". (Télam)
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