La inminente venta de Aerolíneas Argentinas y Austral generó ayer múltiples actividades de los gremios aeronáuticos, entre ellas la toma de la sede de la empresa y una reunión de sindicalistas con el embajador de España, Manuel Alabart, quien explicó las negociaciones por el traspaso. Un grupo de trabajadores aeronáuticos, encabezado por el titular de la Asociación de Personal Aeronáutico (APA), Ariel Basteiro, ocupó al mediodía de ayer la sede central de Aerolíneas Argentinas, ubicada en Bouchard al 500 de la Capital Federal. Basteiro advirtió que el grupo Marsans está integrado por la línea aérea Spanair, por lo que consideró que se podría "cometer el mismo error que cuando se le dio la administración a Iberia". Por su parte, la titular de la Asociación Argentina de Aeronavegantes (AAA) y diputada, Alicia Castro, aseguró que no está de acuerdo "en que volvieran a ser dueños de la empresa españoles porque el antecedente es muy malo". Basteiro, luego de la reunión en la embajada de España, remarcó que solicitaron que "se pongan en funcionamiento los vuelos internacionales, los vuelos de cabotaje y que se normalice el pago de salarios", en caso de que se demore una definición. Asimismo, Jorge Dorio, de la Asociación de Pilotos Aeronáuticos (Apla), aseveró que uno de los reclamos elevados al embajador fue la necesidad de evitar que la compañía "caiga en manos de oportunistas como el Enrique Pescarmona, que ha venido en esta oportunidad como lo hizo en el año 90, buscando un provecho propio y no para la empresa".
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