Eugenia Langone
"Parece que en la universidad no se pudiera modificar nada. Porque es real que en las carreras hay una inflación de materias que no les permiten flexibilidad a los estudiantes. Y esas reformas son responsabilidad de las universidades y no del gobierno". Así, el secretario de Educación Superior de la Nación, Juan Carlos Gottifredi, planteó a La Capital la necesidad de una reforma. Y también defendió la última iniciativa del Ministerio de Educación, salida de su propia órbita, que propone multar a los alumnos que no rindan el 70 por ciento de las materias en las que se anotaron a través de una reforma en la ley de educación superior, que ya establece un mínimo de dos materias por año. Así, cada universidad determinaría el castigo a imponer: el pago de una multa o la realización de una actividad. El funcionario aseguró que "no se trata de un paso hacia el arancelamiento", sino "de alternativas en busca de un refuerzo complementario al presupuesto porque el Estado no se retira del financiamiento de las universidades". Y se manifestó "en contra del arancelamiento". Los pronósticos a futuro del funcionario nacional no fueron alentadores. "Vamos a pasar por momentos difíciles si al Estado le cortan la financiación que venía teniendo. Y las universidades no pueden sufrir otro ajuste", aseguró Gottifredi. Además, no sólo reconoció que "la crisis está afectando muy fuertemente la educación superior", sino que además admitió que "el gobierno nacional tiene deudas con las universidades y ese es un hecho grave". -¿Cuál es el objetivo de multar a los alumnos? -Buscamos que el alumno tenga un rendimiento acorde con las oportunidades que tiene, pero no son para destruir gente. Cada universidad establecería el sistema de multas, que podrían ser desde pagar cuatro pesos como pasa en la Universidad de Buenos Aires (UBA), o bien hacer una actividad. La idea es que la sociedad sepa cómo se usan los recursos. La gente busca la seguridad de que los estudiantes van a la universidad y aprovechan su tiempo. Porque además, hay otro discurso que, más allá de que pretenda arancelar la educación superior, ataca la universidad creando una imagen falsa. Pero quizá sea sólo un pequeño número de estudiantes los que no cumplen con su compromiso de estudiar. -¿Este sistema pretende terminar con los "estudiantes crónicos"? -Tardan más en finalizar la carrera por las dificultades internas de la universidad y por causas externas. Pero las multas no modificarán esto. Si una persona venía haciendo seis materias por año, luego hace tres y aprueba las tres, es un alumno con un ciento por ciento de rendimiento. Las multas van a afectar a las personas que toman muchas oportunidades y no las aprovechan, el estudiante que no tiene un compromiso con el estudio y, por consiguiente, con la sociedad que paga sus estudios. -Hay opiniones que plantean la iniciativa como un paso hacia el arancel... -Nada que ver. Supongamos que la multa sea de cuatro pesos por cada fracaso como en la UBA, sólo se podría llegar a recaudar seis millones. ¿Qué se puede hacer con ese dinero? -¿Usted acuerda con arancelar la universidad? -Estoy en contra del arancel. Pero la gratuidad no es una concesión graciosa, es un contrato con la sociedad que se mantiene si las partes cumplan lo pactado. Pero no es lo mismo implementar una alícuota a los padres de los alumnos que más ganan para complementar el presupuesto, que hacerlo y que el Estado se retire del financiamiento de la universidad. El ministro (de Educación, Andrés) Delich no quiere arancelar la universidad, sino un complemento del presupuesto. Es cierto que vamos a pasar por momentos difíciles en los próximos tiempos. Si al Estado le retiran la financiación, la cosa se va a complicar. -¿Cómo ve la crisis de la universidad pública? -La crisis económica está afectando fuertemente a la educación superior y son lógicas las protestas dentro de la universidad. Pero también la universidad parece una institución refractaria a los cambios, como si nada pudiera modificarse. Una de las causas por las que los estudiantes se demoran su carrera es porque hay un inflación de materias. Cuando en el mundo se toma la formación superior en etapas, acá pareciera que se los quiere formar una vez y para siempre, y con cada vez más materias. Esta reforma necesaria es responsabilidad de las universidades, no del gobierno. -¿Habrá un nuevo recorte? -Educación no puede tener otro recorte. Y vamos a pelear por eso. -¿Qué pasa con el dinero que no llega a las universidades, aunque sí estaba asignado en el presupuesto? -Ese es un hecho grave. Es real que hay deudas del gobierno con las universidades. Pero esto es producto del cambio brutal que hubo con el corte de los créditos. Si hay otro recorte van a solucionar los problemas económicos, pero pondrán en duda el desarrollo futuro como país independiente.
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