Los estudiantes de las universidades nacionales de la ciudad le dicen "no" al ajuste propuesto por el gobierno nacional para la educación superior, y están de acuerdo con defender la universidad pública gratuita y con ingreso irrestricto. Sin embargo, el 62,25 por ciento cree que para lograr este objetivo es necesario mantener las facultades en funcionamiento, distanciándose notablemente de las medidas de fuerza dispuestas estas últimas cinco semanas por el gremio docente. Y a la hora de imaginar otras posibilidades de lucha, proponen apagones, jornadas de trabajos comunitarios y paros, pero eso sí, a la japonesa.
Al menos, estos son los resultados de la compulsa realizada por la Federación de Universitaria de Rosario (FUR) entre el 3 y el 6 de este mes en las 12 facultades de la UNR y en la Universidad Tecnológica Nacional (UTN). Del sondeo participaron 19.195 alumnos, cifra que, según la FUR, representa el 40 por ciento de los estudiantes habilitados para votar.
"¿Estás de acuerdo con el ajuste?" fue la primera pregunta de la encuesta. Y el 95,93 por ciento de los consultados se manifestó en contra. El acuerdo fue también masivo (95,96%) a la hora de considerar cómo debía ser la Universidad: pública, gratuita y con libre ingreso. Sin dudas.
Hasta aquí, la encuesta no arrojó sorpresas. Sin embargo, cuando la pregunta fue "con respecto a las medidas de fuerza, ¿con cuál estás de acuerdo?", el 62,25 por ciento prefirió mantener las aulas abiertas con "actividad normal". Otro 17,28 por ciento optó por los "paros rotativos" y el 9,14 por ciento se inclinó por la suspensión de actividades por fracción horaria. En tercer lugar se impuso el paro total (6,29%) y por último el dictado de clases sin toma de exámenes (5,03%).
"Los estudiantes tenemos derecho a opinar qué medidas creemos adecuadas. Acompañamos y entendemos la realidad de los docentes, pero también queremos que comprendan la crisis que vivimos los alumnos y recuerden nuestro derecho legítimo a continuar estudiando", señaló el titular de la FUR, Miguel Pedrana.
El rechazo docente
La advertencia del dirigente estudiantil no fue causal. Durante la asamblea realizada anteayer por la Coad (el gremio que nuclea a docentes e investigadores de la UNR), se acordó por unanimidad rechazar la consulta estudiantil. "Es una provocación superficial y, como hecho político, significa una presión", dijeron en esa oportunidad.
Cuando ayer La Capital quiso consultar a la secretaria general de Coad, Anahí Fernández, sobre los resultados de la encuesta, la gremialista prefirió mantenerse al margen. "Nosotros rechazamos este instrumento porque creemos que es francamente divisionista y no vamos a hacer comentarios sobre sus resultados".
Pero los alumnos universitarios no quedaron sólo en la crítica a las medidas de fuerza implementadas por los docentes, sino que propusieron acciones alternativas como realizar apagones en las facultades, organizar jornadas de trabajo comunitario que permitan vincular la Universidad al medio social, implementar paros a la japonesa (en los que se trabaja aún más) o poner en marcha de actividades callejeras en esquinas con semáforos, colectivos, plazas y parques.
La necesidad de llevar el conflicto fuera de los claustros primó también a la hora de evaluar las actividades que deberían realizar los estudiantes. Así, la realización de jornadas de difusión y concientización ganó el primer puesto, seguido de cerca por el montaje de muestras en lugares públicos, el dictado de clases en la calle, o la organización de marchas. "Tenemos que terminar con las tensiones y acordar en la realización de medidas conjuntas", subrayó Pedrana. Es que todavía queda un largo camino por recorrer.
La Ciudad
