Cumpliendo una excelente tarea, el seleccionado argentino de básquetbol venció al local Australia por 69 a 63 (primera mitad 33-33) en una de las semifinales de la presente edición de los Juegos de la Buena Voluntad y ahora en la final enfrentará al vencedor de Estados Unidos y Brasil, que estaban jugando en la madrugada de hoy. En este tipo de torneos nunca es fácil enfrentar al dueño de casa y menos si la diferencia de talla de los principales jugadores es ampliamente favorable, mucho más en un deporte donde la altura es un valor agregado importante. Australia puso a sus torres Paul Rogers (ex pivote del Real Madrid), de 2.13; Axel Dench (formado en la Universidad de Gonzaga), de 2.11; Ben Melmeth, un ala pivote de 2.08 metros, que eliminó con un triple a la Argentina en las semifinales del Mundial Sub 22 en 1997; y otros dos ala pivotes de 2.08, Matt Nielsen y Dereck Moore. Pero Argentina, con sus internos titulares (Leonardo Gutiérrez y Andrés Pelussi) mostró fuerza, capacidad de salto y muchas ganas, y jugando control y buscando los lanzamientos adecuados se hizo dueño de la situación. El local, que como Argentina no presentó un equipo con todas sus figuras (David Andersen, de Kinder Bolonia, una de ellas), se encontró con un equipo albiceleste que no hizo más que confirmar el muy buen momento por el que está atravesando el básquetbol en el país. El equipo que dirige Rubén Magnano, ante la falta de gente alta, apostó todas sus fichas a los perimetrales (Daniel Farabello, Facundo Sucatzky, Mariano Cerutti y Walter Herrmann), para lograr una notable victoria que lo habilitó para disputar la final en las primeras horas de mañana: exactamente a la una de la madrugada del domingo.
| |