U.G. Mauro
"La verdad es que a este disco, «A las 11-1/4", lo mandé a retirar de la venta. ¿Para qué lo voy a dejar si la gente no tiene ganas de escucharlo? Mejor dicho, ¿para qué lo voy a dejar si la gente no tiene un mango para comprarlo?". Con evidente amargura, así se expresó el cantante folclórico José Larralde, en una nota concedida a Escenario para comentar los pormenores de la presentación que esta noche, a las 21.30, realizará en el Auditorio Fundación Astengo, Mitre 754. Larralde, que con este álbum completó una trilogía de producciones distribuidas por DBN, iniciada con los discos "Como quien mira una espera", el doble "Trayendo ayeres" (con versiones nuevas de sus viejos éxitos), y "A las 11-1/4", manifestó con crudos términos su preocupación por la situación general del país. También rescató tanto a figuras jóvenes del folclore como a la obra y el pensamiento de olvidadas personalidades de la música del Río de la Plata. La actuación de hoy de este compositor y cantor de 63 años, nacido en Huanguelén, provincia de Buenos Aires, en cierta medida compensa su ausencia del año pasado, cuando, a raíz de un malestar que lo mantuvo postrado durante bastante tiempo, se vio obligado primero a suspender y luego a cancelar una presentación en el Teatro El Círculo. -¿Qué repertorio tiene previsto? -Este recital no va a ser precisamente una presentación del último disco. Lo del título del espectáculo es para ponerle un nombre, pero el público ya sabe que yo habitualmente me subo al escenario a cantar mis cosas y por ahí hago algunas de las canciones de mi nuevo disco. -¿Cómo está su salud? -Afortunadamente mejor, estuve muy embromado porque tengo tres hernias de disco -yo soy así, no me gusta andar con poca cosa (risas)- y tuve que iniciar un largo tratamiento para poder estar mejor. -¿Tuvo que ser operado? -No. Al principio parecía que me iban a pasar por el cuchillo pero después los médicos decidieron someterme a otro tipo de tratamiento porque existía el riesgo que cuando terminaran de operarme, en vez de salir caminando del hospital tuviera que irme a casa en silla de ruedas y para todo el viaje. Pero aquí ando... mucho mejor. -¿Va a mostrar algo nuevo en el espectáculo? -No sé, puede ser...uno siempre anda haciendo y guardando cosas... -¿Está preparando algún disco? -No para nada, y no creo que vuelva a grabar algo. Estoy medio podrido. Las cosas en este país andan muy mal. A mi último disco lo mandé a retirar de la venta, por que nadie tiene ganas de escucharlo. -Usted siempre contó con un público muy seguidor. ¿No exagera un poco? -Tiene razón, estoy medio caliente con todo lo que está pasando. Mejor dicho, ¿para qué lo voy a dejar si la gente no lo compra porque no tiene un mango?. -¿Está conforme con lo que ocurre con el folclore? -Sí. Hubo un crecimiento muy grande gracias a esta chiquita Soledad, que atrajo a los chicos. -¿Le parece que los chicos se acercaron al folclore? ¿No será que se acercaron a un fenómeno que también puede llamarse Los Nocheros o El Chaqueño Palavecino? -Bueno, si es por acercarse al folclore, habría que ver bien de qué estamos hablando, porque usted sabe que todos los que escriben folclore, lo tienen registrado.., pero lo cierto es que la chica, aunque la criticaron porque revoleaba el ponchito, hizo algo grande. Voy a ver si hablo con ella, porque en su último disco incluyó un tema, "Garza viajera", atribuyéndolo a mí, por que lo grabé hace muchos años, cuando en realidad es de Aníbal (Sampayo). -Soledad explicó que cuando fue a pedir datos sobre esa canción a Sadaic le dijeron que usted era el autor... -No me extrañaría, porque ahí nadie parece saber nada de nada. No tienen ni idea de quién hizo tal o cual cosa. -A propósito del uruguayo Aníbal Sampayo, recientemente Alberto Cortez reivindicó el derecho de la gente a olvidarse de sus artistas... -Puede ser, pero es peligroso que los pueblos desconozcan su propia cultura, que no se sepa quiénes fueron los que construyeron la cultura. Soy bastante amigo de Sampayo y es un creador increíble, al igual que el fallecido Osiris Rodríguez Castillo, que también era uruguayo. Esas actitudes del olvido son verdaderas faltas de respeto. -¿Cómo ve al país? -Mal. Esto es muy peligroso. Los políticos no se ponen a la altura de su responsabilidad, y por otra parte no hay respuestas adecuadas. El otro día, en Buenos Aires, los colectiveros pararon porque la policía los había garroteado. Pero ¿a quiénes jodieron? A los demás laburantes, que debían volver a su casa. ¿Qué se creían, que lo iban a joder al presidente? ¡Si el otro cuando sale del trabajo se va a Olivos en helicóptero! ¿A Cavallo? ¡Yo no creo que ese hombre viaje en colectivo...!
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