El motín del cual fue víctima el cabo Marcelo Miño ocurrió el 9 de septiembre de 2000 en la subcomisaría 19ª del barrio Las Flores. Poco después de las 2 de la mañana de aquel día, la guardia de la seccional escuchó ruidos extraños provenientes del penal y tres de los agentes que estaban en la dependencia ingresaron a los calabozos sin sus armas reglamentarias. Inmediatamente fueron controlados por los internos que estaban armados con chuzas y cuchillos y en la refriega que se produjo el agente Uriel Turigino sufrió un golpe en el ojo derecho y traumatismo de cráneo; el cabo Marcelo Miño recibió una herida cortante en el cuero cabelludo y varios golpes; y el agente César Ludueña una lesión en el hemitórax izquierdo y una herida en el brazo producto de un chuzazo. Tras nueve horas de tensión, un negociador de las Tropas de Operaciones Especiales (TOE) logró que los presos depusieran su actitud y a cambio se los trasladó a otras comisarías. Al ingresar al penal, los policía dijeron haber descubierto un túnel de unos tres metros de longitud "por el cual pensaban escapar", dijeron entonces las fuentes.
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