Desde ahora la medicina mundial contará con una nueva herramienta para diagnosticar mejor ciertos cánceres. En un hecho casi inédito para la ciencia argentina, un laboratorio multinacional norteamericano adquirió la licencia para producir y comercializar mundialmente un anticuerpo monoclonal (AMC) desarrollado en el país, eficaz para el diagnóstico y la investigación del cáncer.
El licenciamiento constituye uno de los primeros ejemplos de exportación de biotecnología argentina a los EEUU. La propiedad de la patente permanecerá en la Argentina, ya que sólo se concedió la licencia para su venta durante 10 años.
El hecho significa un reconocimiento al equipo del doctor José Mordoh, director del Laboratorio de Cancerología de la Fundación Campomar, al Conicet y a la Fundación Sales, que sostiene las investigaciones de la Fundación desde hace 13 años.
Proteína clave
Zymed Laboratories Inc., de California, se interesó en el AMC (FC-5.01) que reconoce una proteína clave, casi desconocida, contra la que se dispone de pocos anticuerpos: la tetraspanina, una de las cinco más buscadas que se encuentra en distintas células tumorales.
La importancia de la tetraspanina radica en que bloquea el desarrollo de ciertos cánceres, como el melanoma. De allí el interés por detectarla a través de este nuevo AMC, porque su presencia permitirá conocer el grado de malignidad del tumor.
Los científicos argentinos habían presentado el AMC en congresos internacionales, donde los laboratorios medicinales están a la búsqueda de novedades. El procedimiento tuvo éxito y, a mediados de 2000, Zymed manifestó su interés.
Las partes acordaron realizar un convenio de trasferencia tecnológica, modelo en su tipo, firmado por el doctor Mordoh y los presidentes de Sales, del Conicet y de Zymed Inc.
Mordoh reunía importantes antecedentes para su proyecto, como haber sido discípulo de los premios Nobel, Francois Jacob (Instituto Pasteur de París) y Luis F.Leloir (Fundación Campomar). Otro argentino, César Milstein, que había emigrado, lograba con George Kohler, en Cambridge, los AMCs, verdadera revolución en la inmunología que les valió el Nobel de Medicina en 1984.
Al elegir como tema de investigación los AMCs, Mordoh, sin proponérselo, cerraba un círculo donde confluía lo mejor de la ciencia argentina: por un lado los premios Nobel, Houssay y su discípulo Leloir, en la que Mordoh se había formado y desempeñado, y por otro, los trabajos de Milstein, creador con Kohler de los AMCs.
Reunión con los científicos
Hacia 1992, cuando Mordoh transitaba las primeras etapas del proyecto, Sales invitó al país a Milstein para que conociera de cerca el trabajo y se reuniera con los científicos.
Fue así como Mordoh logró dos AMCs contra distintos cánceres, que pasaron exitosamente las pruebas de laboratorio y animales. Uno de ellos está actualmente en fase de experimentación en seres humanos. Ambos AMCs fueron patentados en EE.UU: el FC-2.15, contra cáncer de mama, colon y próstata, y el FC-5.01 que interesó a Zymed por su eficacia y porque reconoce a la proteína CD63 (tetraspanina), presente en distintas células tumorales.
Zymed Inc. se comprometió a distribuir esta nueva herramienta en hospitales y centros de investigación del mundo.
El objetivo de Mordoh y su equipo es que los AMCs puedan vencer al cáncer. Lo alcanzado hasta ahora ubica al grupo en las mejores condiciones y buenas posibilidades de llegar a esa meta. "El hecho de que un país como EE.UU. se haya interesado en un desarrollo local, muestra que nuestra investigación -cuando tiene estímulos- puede ser original y competitiva a nivel internacional. Lo cual vuelve a plantear la necesidad del apoyo a la ciencia", dijo Mordoh.
Más de 30 mil donantes respondieron a las campañas de apoyo a la investigación auspiciadas por Sales, que habilitó el teléfono (011) 4314-2222 para los que deseen aportar $1 por mes.