El piloto brasileño de Fórmula Uno Luciano Burti se recupera favorablemente de las contusiones causadas en el accidente del Gran Premio de Bélgica, aunque se desconoce el tiempo que tendrá que estar en el hospital, según indicaron ayer fuentes oficiales. El brasileño tendrá que esperar unos días para saber si puede estar en la línea de salida del Gran Premio de Italia, en Monza, que se disputará dentro de dos semanas. Al recobrar algo de lucidez en el Hospital Universitario de Lieja, pareció querer pegarle al irlandés Eddie Irvine cuando escuchó su voz desde una habitación contigua a la que está internado. Esto lo reveló Rubens Barrichello, compatriota y amigo de Burti, y a quien por eso le fue permitida una visita. "Quería pegarle, en caliente, cuando escuchó la voz de Eddie, quien había llegado a la clínica para visitarlo, se agitó muchísimo y tuvieron que calmarlo", declaró Barrichello, mientras Irvine debió retirarse del sanatorio pues no se le permitió ver a Burti. Este hecho fue, sin embargo, desmentido por el agente de prensa del piloto accidentado. Barrichello visitó nuevamente ayer a Burti, quien también recibió la sorpresiva llegada de sus padres Luiz Carlos y Vera, que volaron de Estados Unidos a Bélgica, mientras su cuadro sigue en clara mejoría, aunque con un terrible hematoma en el rostro y otras escoriaciones.
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