Nuevos obstáculos aparecieron ayer en la odisea de 438 desplazados a bordo de la nave noruega Tampa, que permanecen bloqueados en aguas territoriales australianas a pesar de que Nueva Zelanda y Nauru anunciaron que acogerán a los refugiados para poner fin a la crisis. El juez federal Tony North ordenó al Tampa permanecer con su carga humana en aguas australianas por lo menos hasta hoy cuando presida una audiencia que determine la suerte de los inmigrantes clandestinos, en su mayoría afganos. El Tribunal Federal dictó el interdicto después de que una organización australiana de abogados, Liberty Victoria, presentara el viernes una acción en defensa del derecho de los inmigrantes a que se les tramite su petición de asilo en Australia. La prohibición se mantendrá vigente hasta hoy, con lo que los inmigrantes pasarán su séptima noche en el barco. Gavan Griffith, uno de los abogados de la Liberty Victoria, pidió al Tribunal que llame a declarar al capitán del Tampa y al comandante de las fuerzas de elite Australianas, algo que si es considerado por el tribunal, ocurrirá hoy.
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