La lluvia intermitente que sorprendió ayer a todos los rosarinos impidió que la práctica auriazul de ayer se realice en la ciudad deportiva. Por eso el plantel hizo un entrenamiento más bien recreativo en el muy bien cuidado gimnasio cubierto del cruce Alberdi pero los que estuvieron concentrados desde anoche sólo tocaron la pelota con las manos. En efecto, el grupo de los 17 despuntó el vicio con reñidos partidos de voleibol en los que Tombolini mostró sus cualidades y el resto miró el divertido juego para luego inmiscuirse en un reñido minitorneo de fútbol reducido dividido en tres equipos, que contó con la participación del ayudante de campo, Emilio Nicolás Comisso.
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