Según el intendente firmatense Carlos Torres, la iniciativa surgió en el barrio Fredriksson por necesidad. "Acá vive mucha gente que hace changas, que no tiene trabajo estable, muchas jefas de familias que trabajan en el barrido", comentó. Además, anunció que un programa similar se habilitará en el barrio Casado, para paliar la grave crisis que desató la desocupación en esta ciudad. En este caso la cocina comunitaria se habilitará en las instalaciones de un templo evangélico. "Estamos terminando la instalación del agua y estamos esperando una ayuda de una iglesia evangélica de Estados Unidos que llegará a Firmat para coordinar el apoyo", anunció Torres.
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