El presidente de la Asociación Argentina de Productores de Carne Bovina (Aprocaboa), Angel Girardi, instó a acelerar el proceso de aplicación de la segunda dosis de la vacuna contra la aftosa "priorizando que la vacuna llegue en tiempo y forma al campo y no permanezca en las heladeras". Si bien el gobierno se comprometió a pagar los costos de la vacuna y su aplicación, las dificultades presupuestarias obligan a retrasar los pagos a las fundaciones, que a su vez trasladan esa carga financiera a los productores. Según Girardi, los conflictos y discusiones que genera esta situación retrasan la marcha de la campaña. "El Senasa tiene que hacer un esfuerzo para hacer llegar en tiempo la plata a las fundaciones, y éstas tienen que tener un criterio más sanitarista y más recaudatorio, para evitar que todo el costo recaiga en los productores", señaló. Además se quejó de los altos costos de la aplicación, ya que "mientras en el norte el arancel que se cobra es de 20 centavos, hay departamentos donde se está cobrando 36 centavos". La semana pasada, durante su visita a Rosario, el secretario de Agricultura, Marcelo Regúnaga, admitió que por su carácter de emergencia, el costo de la campaña antiaftosa no estaba contemplado en el presupuesto, lo que obligó a realizar un trámite especial. "Por eso pedimos a los productores y a las fundaciones que financien la vacunación hasta que ese aumento presupuestario se haga efectivo y le podamos devolver la plata", indicó en aquella ocasión.
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