La Plata.- En los últimos 15 meses se denunciaron 702 casos de torturas policiales aplicadas en comisarías y unidades penitenciarias de la provincia de Buenos Aires, reveló ayer la Defensoría de Casación bonaerense.
El titular de la Defensoría, Mario Coriolano, confirmó que "hasta el 10 de julio último había 602 casos pero en los últimos 45 días se registraron otros 100, lo que supone un importante incremento".
"De estos últimos 100 nuevos casos, contabilizados desde el 11 de julio al 24 de agosto último, unos 76 son torturas aplicadas en comisarías bonaerenses y los restantes 24 en unidades penitenciarias", detalló Coriolano.
Dijo que esta situación "fue comunicada a todas las autoridades provinciales, desde el gobernador, el presidente de la Suprema Corte y los ministros de Justicia y Seguridad, solicitándoseles que adopten medidas" pero aseguró que hasta el momento no recibió respuesta.
Con picana eléctrica
Los 702 casos fueron denunciados al "Banco de Datos de Casos de Torturas y otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes", creado en la Defensoría a fines de marzo de 2000.\"La mayoría de los casos denunciados se registran en dependencias policiales o penitenciarias bajo jurisdicción de la justicia de Lomas de Zamora, La Matanza, y San Nicolás", precisó Coriolano.\El Defensor aclaró que la mayoría de los casos "son denunciados ante los fiscales, pero hay muchos que son puestos en conocimientos de los abogados que integran las defensorías oficiales y no se denuncian por temor a represalias".\"En la mayoría de los casos las torturas consisten en golpes de puño y patadas en distintas partes del cuerpo, golpes con bastones, amenazas en algunos casos con armas de fuego y también se han registrado casos de aplicación de picana eléctrica y submarino seco", detalló el defensor provincial.\La mayoría de los hechos registrados en Lomas de Zamora y La Matanza no son denunciados en fiscalía por temor a represalias; mientras que en el caso de San Nicolás, que ocupa el tercer lugar en número de casos de torturas, las víctimas se atreven más a denunciar.
La Ciudad
