Año CXXXIV
 Nº 49.225
Rosario,
viernes  31 de
agosto de 2001
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El zar de la TV brasileña estuvo siete horas como rehén en su casa
Lo retuvo el mismo hombre que tuvo secuestrada a su hija por una semana. Tras larga negociación, se entregó

La semana de sobresalto que vivió el magnate de la TV brasileña Silvio Santos no terminó con el secuestro de una de sus hijas: precisamente el jefe de la banda que tuvo cautiva a la muchacha lo mantuvo a él como rehén durante siete horas, tras irrumpir herido en su casa escapando de la policía, en un hecho con visos cinematográficos que conmocionó a Brasil.
Antes de entregarse, el delincuente exigió y pudo tomarse una ducha en la lujosa residencia de Santos, mientras la mansión estaba rodeada por centenares de policías, a dos de cuyos agentes había matado poco antes en un tiroteo.
Luego de una tensa negociación, en la que participó incluso el gobernador de San Pablo, Geraldo Alckmin, Fernando Dutra Pinto, de 22 años, se entregó y fue traslado al Complejo de Carandirú, la mayor cárcel de América Latina.
Pinto exigió la presencia del gobernador Alckmin ya que temía represalias debido a que el miércoles por la noche, al ser localizado en un apart hotel del conurbano de San Pablo, mató a dos policías civiles, de 9 y 5 balazos, e hirió a otro. En ese tiroteo, Pinto fue herido en una nalga.
Durante toda la noche del miércoles y la madrugada de ayer, Pinto fue perseguido por decenas de patrulleros de la policía en una cinematográfica fuga que abarcó cinco municipios del Gran San Pablo.
Anteayer, al día siguiente de que su hija fuera liberada, Silvio Santos retomó su rutina habitual: sin custodias, fue a los estudios de su canal para grabar sus programas, uno de los cuales salió al aire esa misma noche. El retorno de Pinto a la mansión de Santos, donde la semana pasada había raptado a una de las hijas del magnate, tomó por sorpresa a Silvio Santos y a la policía.
Ayer, luego de despedir al gobernador Alckmin, Silvio Santos saludó con una amplia sonrisa y su brazo derecho a la multitud de periodistas y curiosos y besó un tradicional símbolo judío ubicado en la puerta de entrada a su residencia.
Silvio Santos es el dueño del Sistema Brasileño de Televisión (SBT), la segunda cadena de TV del país, donde, además, conduce varios programas muy populares. Dueño de un grupo formado por 36 empresas, Silvio Santos tiene un patrimonio de 360 millones de dólares y es una de las personas más conocidas de este país.
El caso paralizó a Brasil e incluso la Bolsa de Valores interrumpió sus operaciones cuando, por la mañana, la noticia fue transmitida por las radios y la televisión.
Los brasileños siguieron la noticia a través de la radio y la TV, que transmitieron en directo desde la mansión de Silvio Santos, ubicada en Morumbí, un barrio "noble" de San Pablo.
A causa de esta noticia, aumentó el porcentaje de audiencia durante la mañana en San Pablo: según Ibope, el índice de encendido fue del 55 por ciento, 25 puntos porcentuales más de lo habitual.
Fernando Dutra Pinto es el jefe del grupo de delincuentes que el martes liberó a una de las seis hijas de Silvio Santos, Patricia, de 24 años, quien hacía una semana había sido secuestrada en la mansión familiar. Pinto y sus cómplices cobraron 200 mil dólares de rescate, según la policía.
Otros dos cómplices de Pinto, su hermano Esdras, de 19 años, y Marcelo Batista Santos, de 27 años, fueron capturados después de la liberación de Patricia.
Pinto volvió a la mansión de la familia Santos hoy a las 7 de la mañana y entró trepando a un muro lateral. Luego de permitir la salida de la esposa del magnate, Iris, y sus seis hijas, Pinto se encerró con Santos en la cocina de la residencia, armado con una pistola 380 y un revolver 38.
Al principio, el secuestrador pidió un helicóptero para fugarse pero luego se concentró en exigir garantías frente al temor de que los colegas de los policías muertos tomaran represalias. "Había mucha tensión y dificultades para negociar, pero cuando llegó el gobernador todo se aceleró", dijo el comandante general de la policía militar de San Pablo, Ruy César Mello.



El magnate Silvio Santos es dueño de la red SBT.
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