Atilio Pravisani
Quizá cansado de mandar señales que no fueron escuchadas, ayer el gobernador Carlos Reutemann decidió tomar el toro por las astas: le pidió a la Legislatura que realice una drástica reducción de 25 millones de pesos en el presupuesto 2002. "Sé que les pido un sacrificio y que se van a enojar, pero es peor que la gente se los exija". La demanda fue contundente y apuntó a bajar de 70 a 45 millones las partidas previstas para el año que viene. Desde hace tiempo Reutemann viene alertando sobre el creciente desprestigio de la clase política, sobre todo porque advertía que no realiza gestos concretos para ponerse a la altura del ajuste que la crisis impuso a los trabajadores. Ayer se decidió a abandonar su neutralidad respecto de los otros poderes del Estado y les reclamó que hagan "el sacrificio", porque peor será que "la gente se los exija". Luego les dijo a los legisladores: "Es nuestro deber demostrar que poseemos la capacidad de cambio que necesita el país, al que queremos ver surgir fortalecido de la crisis". Luego se diferenció del gobierno nacional: "Podemos hacerlo sin recurrir a ningún plebiscito". También apeló a la necesidad de enfrentar el desafío de planificar "nuestras propias reducciones de manera de preservar las instituciones democráticas y su capacidad representativa, recomponiendo los vínculos entre el pueblo y sus dirigentes". El pedido se escuchó en el recinto luego del discurso del presidente de la Cámara baja, Alberto Hammerly, quien recordó que el presupuesto legislativo alcanza al 2,25 por ciento del total provincial. "Se está por debajo del 3% que la Nación pretendía como presupuesto máximo para cada Legislatura", indicó. Sin embargo, el Lole invitó a ambas Cámaras a "ajustar" más para no superar el 1,5% del presupuesto. "Hoy quiero dar un paso más", ejemplificó. "Sé que les pido un gran sacrificio -agregó-, porque se trata de reducir y llevar un presupuesto de más de 70 millones a otro de 45 millones, y no será fácil. Pero creo que los santafesinos debemos hacer otro aporte más para comenzar a construir una nueva Argentina". Con respecto al agitado tema del costo de la política, Reutemann dijo que "no se puede caer en el esquematismo mediático de pretender reducir a límites irreales todos los sueldos, porque la función de gobernar es un trabajo que exige gran responsabilidad, enorme dedicación y mucha capacitación", aunque reconoció que "los abusos existen". El presupuesto 2001 prevé alrededor de 70 millones de pesos para el Poder Legislativo: más de 24 millones para el Senado, 42 para Diputados y 4,8 para la Defensoría del Pueblo. Para bajar a los 45 millones propuestos, la Cámara baja debe contentarse con 29 millones y el Senado con 16. Además, habría que dejar afuera del presupuesto legislativo (como está planificado) a la Defensoría del Pueblo. En el marco de las medidas adoptadas para reducir costos, Diputados aventaja al Senado: los 621 cargos de planta permanente registrados en 1999 se achicaron a 331 a través de iniciativas como los retiros voluntarios, lo que representa una disminución del 46,7%. En la Cámara alta, de 402 agentes de planta permanente en 1999, a mayo de este año sólo se redujo a 361. Pero no concluyen allí las ventajas que hoy exhibe Diputados, ya que a partir de la reducción de gastos y personal se ahorraron 7.821.283 pesos (el 17,26%), de acuerdo a lo dicho por Hammerly, previstos en el borrador presupuestario para 2002. Conforme a estos números, se estaría bajando de 42 millones a 35 millones de pesos. De todos modos, la poda se profundizará en el 2003 (se estima que en 3 millones) por la aplicación de los retiros voluntarios. Entonces, el presupuesto de Diputados se ubicaría aproximadamente en 32 millones, es decir, a sólo 3 millones de los 29 a los que debería llegar para cumplir con lo exigido por el gobernador; proporcionalmente el Senado debería bajar a unos 16 millones. Sin embargo, los senadores aún están lejos de lograr ese objetivo. A pesar de las medidas el ahorro apenas supera los 2 millones. El Senado tiene un gasto de 22 millones, pero Reutemann pidió una reducción a 16 millones para el año próximo. Si bien los senadores y diputados consultados por La Capital se mostraron de acuerdo con la demanda del gobernador, no dejaron de reconocer que a partir de la racionalización ya aplicada, el recorte sobre el personal avanzaría mínimamente. Además, admitieron que un presupuesto limitado a 45 millones de pesos sólo podría alcanzarse a través de la separación de la Defensoría del Pueblo (4,8 millones menos) y la eliminación de los subsidios a los miembros de ambas Cámaras (que rondarían los 5 millones), disponiendo para ese efecto 8.000 pesos cada senador y una cifra algo más baja cada diputado. La suma de ambas medidas rondaría los 10 millones de pesos y, junto a los recortes en personal y reducción de gastos, se acercaría (y mucho) a los 45 millones solicitados por Reutemann (29 para Diputados y 16 millones para el Senado).
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