Año CXXXIV
 Nº 49.223
Rosario,
miércoles  29 de
agosto de 2001
Min 8º
Máx 21º
 
La Ciudad
La Región
Política
Economía
Opinión
El País
Sociedad
El Mundo
Policiales
Escenario
Ovación
Suplementos
Servicios
Archivo
La Empresa
Portada


Desarrollado por Soluciones Punto Com






Terapias biológicas

El tratamiento de la artritis reumatoidea ha cambiado rotundamente en los últimos 20 años. El motivo de dicha transformación se basa por un lado, en el reconocimiento de la evolución crónica y agresiva de la enfermedad, y por otro, en los grandes avances de la biotecnología que han permitido la aparición de nuevos medicamentos.
Hasta fines de la década del 80 el tratamiento de la artritis reumatoidea se basaba en un esquema conservador denominado "estrategia piramidal". El primer escalón de la pirámide se basaba en el reposo, fisioterapia y salicilatos (aspirina). Con este régimen se consideraba que alrededor de la mitad de los pacientes podían ser controlados efectivamente. El segundo escalón de la pirámide se apoyaba en el uso de los antiinflamatorios, y recién en un escalón superior, se ubicaban una serie de drogas denominadas antirreumáticas, modificadoras de la enfermedad, y los corticoides.
El cambio de actitud en el tratamiento de la enfermedad ha sido influenciado por múltiples estudios que han demostrado evidencias radiográficas de daño articular en los estadios iniciales de la enfermedad, y por otro lado, que una artritis reumatoidea severa puede afectar no sólo la calidad de vida sino incluso la sobrevida de los pacientes.
Estos estudios han permitido que en el año 1990 reconocidos investigadores de orden mundial publicaran editoriales descalificando la estrategia piramidal. En otras palabras, los nuevos criterios que iban naciendo se relacionaban con el concepto de abandonar los tratamientos conservadores, atacando temprana y agresivamente a la enfermedad tal como ella atacaba a los pacientes.
A pesar de que en los últimos años se han obtenido importantes avances en el tratamiento de la artritis reumatoidea, todavía existe un considerable número de pacientes quienes no pueden ser controlados adecuadamente con los tratamientos con drogas.
La causa que provoca la artritis reumatoidea sigue siendo desconocida, sin embargo se ha avanzado mucho en el conocimiento de las alteraciones inmunológicas que operan en el desarrollo de la enfermedad. Una de las sustancias particularmente reconocida como "gatillo inflamatorio" de la enfermedad es el "factor de necrosis tumoral alfa" (TNF). La concentración de TNF está muy aumentada en el líquido sinovial y en la sangre de las que sufren la enfermedad.
Basados en estos nuevos conocimientos fisiopatológicos, es que en los últimos 5 años están emergiendo nuevas y excitantes terapias biológicas, entre ellas especialmente las que bloquean la actividad del TNF (permitiendo un rápido control del proceso inflamatorio).
Bernardo Pons-Estel
Reumatólogo


Notas relacionadas
Más de 370.000 argentinos sufren de artritis reumatoidea
Diario La Capital todos los derechos reservados