Los investigadores del homicidio de Gabriel Pellado tienen todos los sentidos puestos en dos móviles criminales: el pasional y el económico. Respecto del primero, dicen los pesquisas que el hombre de Quilmes tenía una amante en esta ciudad y que esa mujer también estaba vinculada sentimentalmente a un policía de la Unidad Regional II. El efectivo ahora es investigado de cerca y el peritaje de su arma determinó que fue utilizada en los últimos días, aunque el cadáver hallado no tenía heridas de bala. Además, sostienen que el empresario bonaerense mantenía relaciones con al menos cinco o seis mujeres que suelen publicar sus servicios sexuales en avisos clasificados de diarios rosarinos.Todas ellas fueron indagadas por los agentes y sólo una estaría bajo sospecha. Sobre la segunda hipótesis, los investigadores saben que Pellado, dos días antes de llegar a Rosario y desaparecer misteriosamente, había transferido su parte accionaria de la empresa familiar a una mujer. Tal traspaso estaría sustentado en los problemas financieros que atravesaba la fábrica de suero vacuno, Nutrientes, que la llevarían a una posible convocatoria de acreedores o quiebra.
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