Tras 12 días de incertidumbre, el misterio que más inquieta a la policía rosarina empezó a develarse. Al comerciante quilmeño Gabriel Ernesto Pellado lo degollaron y dejaron su cuerpo tirado en cercanías de la autopista Rosario-Buenos Aires, un kilómetro al sur del arroyo Saladillo. Sin embargo el hallazgo del cadáver no permitió a los investigadores avanzar en los móviles del homicidio y anoche confiaban que todas las hipótesis que se empezaron a manejar el día de la desaparición del empresario se mantenían en pie. En tanto, un estricto secreto de sumario ocultó el resultado de la autopsia hecha en el Instituto Médico Legal.
El cadáver de Pellado fue encontrado por un baqueano. Estaba tirado boca abajo, semisumergido en un canal de desagüe pluvial ubicado a un kilómetro al sur del arroyo Saladillo, en jurisdicción de Villa Gobernador Gálvez, y algunos metros al oeste de la autopista Rosario-Buenos Aires. Tenía una herida cortante en el cuello y marcas de golpes y tajos en la cara. Voceros de la investigación sostuvieron que el cadáver fue llevado hasta ese lugar por personas que conocían perfectamente la zona.
Por su parte, el juez de instrucción Juan José Pazos, a cargo de la causa, confirmó por la tarde que el cadáver encontrado alrededor de las 10 de la mañana era el de Pellado, aunque el magistrado -como los policías- dijo desconocer por ahora los motivos del crimen, como la identidad del o los autores.
Pellado desapareció la noche del jueves 16 luego de cenar con un amigo en un restaurante de la zona norte de Rosario. El comerciante y empresario había llegado a la ciudad en viaje de trabajo como lo hacía asiduamente ya que junto a sus dos hermanos era propietario de una fábrica de suero vacuno. Como siempre que llegaba a la ciudad, el hombre se había alojado en un hotel de San Juan al 1000.
Desde un teléfono celular, y mientras cenaba, Pellado le comunicó a su esposa que tenía intenciones de regresar a su casa de Quilmes al día siguiente. Eso fue lo último que se supo de él. Al ver que no aparecía, sus familiares radicaron el viernes 17 una denuncia por averiguación de paradero.
El automóvil Honda Accord en el que se desplazaba el hombre fue hallado el mismo viernes en una zona ribereña de Villa Gobernador Gálvez conocida como balneario Vigil, detrás del frigorífico Paladini. El coche había sido saqueado por delincuentes de la zona y en el asiento trasero se encontraron manchas de sangre del grupo Universal, el mismo de Pellado. Eso hizo suponer a los investigadores que la desaparición podía tener un fatal desenlace.
El hallazgo del cuerpo doce días después confirmó esa hipótesis. El cadáver yacía con las piernas sumergidas y el torso flotando sobre un canal zigzageante con agua que proviene de los campos de la zona. El sector presentaba ayer las huellas propias de la fuerte lluvia que cayó durante la madrugada, con abundancia de barro y acumulación de residuos. El cuerpo fue descubierto muy cerca de una alcantarilla, sobre la cual pasa un sendero de tierra. Fuentes policiales no descartaban que alguien lo haya depositado debajo de ese lugar para ocultarlo y que el caudal del canal, incrementado por la lluvia, lo expulsara hacia el exterior.
El cuerpo estaba vestido con pantalón, pulóver y mocasines. Tenía los pies atados con una soga y presentaba heridas cortantes en el rostro y el cuello. El lugar donde apareció es una zona de quintas, a unos cien metros de las vías del NCA que pasan por debajo de la autopista Aramburu. Paralela a los rieles pasa además la ruta provincial 22 S, que conecta Rosario con Villa Amelia. A pesar de que allí predominan los descampados, el sitio suele tener movimiento. Por ejemplo existe una Cruz de San Andrés, que alerta sobre la ubicación de las vías y que está a cien metros del canal donde apareció Pellado. Según la policía, los vecinos no observaron ningún movimiento extraño allí en los últimos días.
¿Cuándo lo mataron?
Para algunos investigadores, la probable causa de muerte serían los golpes que quedaron marcados en el cuerpo de Pellado. Sin embargo, otros voceros prefirieron esperar los resultados de la autopsia que se realizó la tarde de ayer. Al respecto, el médico legista Ulises Cardozo, quien examinó el cuerpo en el lugar donde fue hallado, comentó a La Capital que "presentaba varias heridas", pero evitó brindar mayores precisiones. "Hay secreto de sumario", dijo y con relación al tiempo que dataría la muerte consideró: "Es muy incierta. Hay que esperar la autopsia".
Otras fuentes consultadas por este diario indicaron que el cuerpo presentaba un estado de conservación llamativo, si se tiene en cuenta que Pellado había desaparecido hace doce días. No había signos importantes de putrefacción, por lo que la muerte no dataría de mucho tiempo atrás. Ese no es un dato menor ya que si el hombre hubiese sido asesinado entre el 16 y el 17 agosto, y su cuerpo tirado debajo de una alcantarilla en medio del campo para hacerlo desaparecer, tendría que haber sufrido una importante descomposición. "El cadáver está bastante fresco, lo que hace presumir que la muerte no fue tan lejana", confió un vocero. Sin embargo, todos esos datos podrán ser corroborados una vez que el juez Pazos levante el secreto sumarial y los resultados de la autopsia salgan a la luz.
Lo que también llama la atención de los investigadores es la considerable distancia que existe entre el lugar donde fue abandonado el Honda Accord, a orillas del río Paraná, y el canal donde apareció flotando Pellado, a metros de la autopista Rosario-Buenos Aires. A propósito, los policías pensaban en la posibilidad de que al hombre no lo hayan matado hace 12 días. Y si así fuera, se preguntaban cómo hicieron para mantenerlo escondido durante tanto tiempo o como conservaron su cuerpo en buen estado.
Finalmente, para muchos pesquisas ayer estaba claro que él o los autores del crimen conocen a la perfección la ciudad de Villa Gobernador Gálvez.