Al pronunciar sus últimas palabras antes del veredicto, los policías Jorge Fernández, Edgardo Cejas, Roque Mona y Domingo Castiglione se declararon inocentes, destacaron el "sufrimiento" de sus familiares y recordaron sus carreras en la policía. Cejas advirtió al tribunal que una eventual condena en su contra "sentará un precedente para que los delincuentes usen a la Justicia para luchar contra la policía". "Voy a gritar mi inocencia hasta el último día. No hay pruebas porque no existen", afirmó. En tanto, Fernández recordó que su trayectoria policial estuvo jalonada por premios y condecoraciones que "hoy no se reconocen" y aseguró que "nunca pasó lo que dijo (Desiderio) Meza", el denunciante. "Jamás se me ocurriría apartarme de la ley. Pensé toda mi vida que iba a cerrar mis ojos siendo policía", en alusión al día de su muerte, sostuvo, a su turno, Castiglione. En tanto Mona, ahogado en llanto, dijo en tono dramático que el 13 de abril de 2000, cuando fue detenido, hubiera preferido que lo asesinaran. "Hubiera preferido que me mataran antes de detenerme", insistió tras recordar las "humillaciones y la vergüenza" que afrontó desde aquel día. "Prefiero morir antes que volver a la cárcel. Sé que lo que digo es duro y pido perdón a mi esposa, pero no aguanto más", concluyó.
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