Año CXXXIV
 Nº 49.221
Rosario,
lunes  27 de
agosto de 2001
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Buscarán 185 desaparecidos en una antigua base de EEUU en Honduras

Tegucigalpa. - La fiscalía general hondureña reanudará la búsqueda y exhumación de los restos de personas desaparecidas en los años 80 en una antigua base aérea norteamericana al este del país. La búsqueda se hará en cinco de las 1.250 hectáreas de la base El Aguacate, construida en 1983 por Estados Unidos, que se encuentra a 130 kilómetros al este de Tegucigalpa, en las cercanías de Catacamas y de la frontera de Nicaragua.
En una inspección inicial en 1999, la fiscalía halló restos óseos en el lugar y sospecha que allí hay más de 48 fosas con un número indeterminado de personas enterradas clandestinamente por los militares. Se estima que 185 personas desaparecieron en los años 80 por el conflicto. Estados Unidos usó la base como centro de operaciones para miles de rebeldes "contras" nicaragüenses, financiados por Washington.
La fiscalía y los organismos locales pro derechos humanos creen que en el sitio están los restos del sacerdote jesuita norteamericano James F. Carney y de su compatriota, el boina verde David Báez Cruz, que desaparecieron en 1983 luego de ingresar a Honduras con una columna de guerrilleros izquierdistas procedentes de Nicaragua.
El gobierno culpó en diciembre de 1993 a las fuerzas armadas de asesinar en esa época a numerosos izquierdistas por razones ideológicas. En la lista figuran 105 hondureños, 39 nicaragüenses, 28 salvadoreños, cinco costarricenses, cuatro guatemaltecos, dos norteamericanos, un ecuatoriano y un venezolano.
Las exhumaciones en El Aguacate se practicarán durante 20 días en tumbas encontradas en las cercanías de un hospital que operó en el lugar atendiendo a rebeldes derechistas nicaragüenses. Grupos privados de defensa de los derechos humanos aseguran que este sitio fue utilizado por militares hondureños para torturar e interrogar a izquierdistas de Honduras.
El Aguacate, que dispone de una pista de aterrizaje y contaba con bodegas, campamentos y un hospital, servía como sitio de suministro de vituallas a los "contras" y envío de fuerzas y armas hacia territorio nicaragüense, en una llamada "guerra encubierta" contra el gobierno sandinista de Nicaragua, en ese entonces.
La fiscalía de derechos humanos de Honduras asegura que en investigaciones en el lugar se descubrió la existencia de varias tumbas. Los investigadores dicen que los restos corresponderán a rebeldes derechistas nicaragüenses que morían en el hospital de El Aguacate o a miembros de un grupo guerrillero izquierdista aniquilado en 1983 por tropas hondureñas con el apoyo logístico estadounidense.


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