cartas

Profesores y maestros

Los docentes universitarios siempre supieron que los sueldos eran bajos, pero igualmente acceden a enseñar, tal vez, para retribuir, en parte, el hecho de haber estudiado en este país que ofrece educación pública y gratuita. Cuando yo era estudiante, pagábamos un arancel -nada oneroso- en tres o cuatro cuotas anuales; la universidad era del estado y accesible para todos y para los más pobres existían becas. Y sobre los maestros escuché por una radio, algo original: "Los maestros trabajan en un año, 9 meses; en un mes, 20 días; en un día, 4 horas y en una hora, 40 minutos. Sacando cuentas, en un año de 12 meses en el que cobran 13 sueldos (uno de aguinaldo), si trabajaran los 180 días que les exigen (y no se cumplen), se harían presentes en la escuela 4 horas diarias, de las cuales estarían al frente del aula 2 horas, cuarenta minutos y descansarían una hora 20 minutos. Es muy razonable que no escuchen a los dirigentes que los impulsan a sumarse a huelgas con manifestaciones que no son la imagen de un educador. El "déficit cero", ¿no lo ven como nuestra última oportunidad? Tal vez es el que acomodaría el futuro de sus alumnos, porque, bien aplicado, pondría "en vereda" a los políticos que gobiernan al país, puesto que no podrían gastar dinero y cuidarían de administrar todas las instituciones del Estado. ¿Por qué no colaborar con un gobierno que tuvo la valentía de implantar esta forma de gobernar, dándole tiempo, con un mínimo esfuerzo de callar y esperar?
Haidé Z. de Garello