Año CXXXIV
 Nº 49.221
Rosario,
lunes  27 de
agosto de 2001
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Contexto
La política siempre está
Las campañas partidarias y los reclamos sociales tiñeron a la fiesta deportiva

El Premundial dejó cosas positivas en lo basquetbolístico y en lo organizativo, pero sin embargo unos cuantos destellos políticos se combinaron con esto que fue una verdadera fiesta deportiva. El día de la inauguración del torneo la aparición del gobernador neuquino Jorge Sobisch en el palco provocó una atronadora lluvia de silbidos, difícil de olvidar, pero pese a ello el acto tuvo todos los matices de un acto político. La canción del campeonato estuvo interpretada por una diputada, Marité Berbel. Y con permanentes mensajes del animador sobre la confianza que transmite la provincia y todas las autoridades del básquetbol continental, como si el torneo no hubiese estado nunca en duda por la gran erogación que tuvo que hacer el gobierno provincial.
El camino desde el centro de la ciudad hasta el estadio Ruca Che es bastante extenso, por lo cual no es raro toparse con los piqueteros que cortaron durante estos días algunos puntos de la ciudad, como por ejemplo el puente que une Cipolletti con Neuquén.
Los neuquinos se muestran orgullosos de que en esta provincia se hayan iniciado los piquetes que después se extendieron al resto del país, precisamente en Cutral Co, ante la asfixiante situación económica y la venta de YPF.
Al llegar al estadio también aparece una curiosidad difícil de pasar desapercibida. El principal sponsor del torneo es YPF, pero pese a estar sus carteles por todo el estadio -incluso en el centro del campo- en ningún lado aparece el nombre del verdadero dueño de la empresa, la petrolera española Repsol. ¿Olvido u omisión?
Otro de los actos fue la aparición del seleccionado argentino con una bandera que decia: "Defendamos la Universidad Nacional", en alusión a los alumnos y docentes de la Universidad Nacional del Comahue. Verónica Sanz, una estudiante de Comunicación Social de 25 años, que forma parte del grupo que todos los días llevó al estadio la bandera en cuestión, sostuvo que esta fue la oportunidad que tuvieron para mostrar sus conflictos y necesidades al país a través de la atención que provocó en los medios el Premundial, porque "acá sólo pasa algo cuando la gente se mueve y repercute en Buenos Aires".
Dice que, a pesar de haber ido al torneo para llevar la bandera, "el Premundial tuvo una clara intención electoral del gobernador, porque no entendió que no había necesidad de realizar estos gastos de magnitud en el marco de esta complicada situación social que estamos viviendo. Además, Neuquén ya había marcado presencia con un torneo similar (el Preolímpico en 1995)".
Neuquén realizó de forma impecable la mayor fiesta del básquetbol de América, pero con mucho esfuerzo para tratar de disimular la triste situación de una provincia que es muy distinta a las demás.


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