Mariano Bereznicki
Cuando existe una presión tan grande como el fantasma del descenso, siempre viene bárbaro poder tomar un poco de aire fresco, más allá de que el presente no sea del todo alentador. Por eso, en estos casos es muy importante ganar, ya que de esta manera el equipo que está condenado a luchar en los últimos puestos se puede tomar un leve respiro y de esa manera podrá trabajar un poco más tranquilo durante la semana de cara a su próxima final. Y algo similar a esto le está sucediendo a Botafogo, que si bien es cierto que el temor a perder la categoría sigue vigente ayer obtuvo una importante victoria ante Oriental. El equipo de Granadero Baigorria se dio el gran gusto de dejar de rodillas a uno de los animadores de este Clausura. Jugó más con el corazón que con la cabeza puesta en el partido. Se notaba en cada jugada que a Botafogo el tema del descenso lo tiene mal. Porque hubo momentos en los cuales cometió algunos errores que si Oriental hubiese sido el de hace unas fechas, quizás la historia hubiera sido muy diferente. Pero los que acertaron cuando tuvieron la chance para hacerlo fueron los dueños de casa, que se adelantaron en el marcador justo cuando la estaban pasando bastante mal. Daniel Bravo definió por arriba de un sorprendido y estático Escobar. Con la ventaja en los bolsillos, Botafogo se agrandó y comenzó a dominar a un desesperado conjunto aurinegro, que cuando ponía la pelota al ras del piso demostraba ser muy peligroso. Más allá de las ganas y el empuje de Joel Calamari, Oriental se mostraba vulnerable en la última línea. Le costaba demasiado acercarse hasta el área rival y encima se tuvo que resignar a perder al recién ingresado Zárate, quien en un minuto metió dos patadones que lo mandaron a las duchas antes de tiempo. Sobre el final del entretenido encuentro, con un cielo prácticamente negro y con algunas gotas como condimento extra, los locales volvieron a aumentar. Una pared entre Gómez y Cantero culminó con un golazo de este último. El triunfo quedó en casa. Botafogo sumó en las dos tablas. Aunque por ahora, los jugadores y cuerpo técnico se limitan a pensar más de la cuenta en la del descenso.
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