"Esto es absurdo. Jamás formé parte de ninguna maniobra tendiente a vaciar ni a perjudicar a los policlínicos del Pami Rosario, sino todo lo contrario. No tengo ninguna relación con el Sanatorio Julio Corso ni con sus directivos, y cuando un sector sindical impulsó desde la Pastoral Social un recambio en la Asociación de Obras Sociales, apoyé ese movimiento. ¡Y ahora me quieren hacer ver como socio de esa conducción! ¡Por favor!". El director nacional de Atención Primaria del Ministerio de Salud de la Nación, Aníbal Reinaldo, salió así al cruce de las acusaciones vertidas el viernes por sindicalistas de ATE-Pami durante la manifestación que protagonizaron frente al sanatorio sindical de San Juan al 3000. En aquella oportunidad, dijeron que el funcionario pretendía, merced a un presunto contubernio con los directivos del centro asistencial que abriría sus puertas en 60 días, "dejar en la calle a los empleados del Pami".
Reinaldo, quien además de tener un cargo en el gobierno nacional está vinculado al Pami como médico de cabecera, aseguró que "ante quien me haya querido escuchar en Buenos Aires, y hablo del ministro de Salud para abajo, siempre defendí la permanencia de los policlínicos, por el alto nivel de profesionalismo de su personal".
No obstante, y aunque aclaró que no es su área, consideró "probable" que el Pami esté pensando en "algún tipo de replanteo" de los sanatorios que la obra social tiene en Rosario, y de su estructura administrativa, la controvertida Uppri.
Luego machacó: "No tengo nada que ver con la conducción del Pami central; por lo tanto, ninguna de las evaluaciones que se puedan hacer sobre su funcionamiento pasa por mi área. Tampoco tengo ninguna relación, ni mucho menos «asociación», como quisieron endilgarme, como los directivos del Corzo".
Por lo demás, consideró que los policlínicos podrían convivir con el sanatorio sindical si éste absorbiera la cantidad de afiliados que no pueden internar los efectores propios del Pami. "Es probable que la gente que piensa reabrir el sanatorio esté evaluando esta posibilidad, como también la de abrir sus prestaciones a todo el abanico de obras sociales", dijo, para calcular que "si la conformación de la Uppri elevó los costos operativos, es posible también que se esté pensando en una reestructuración. Pero no es mi área", remató.
La semana empieza movida
Mientras tanto, los empleados del Pami harán una asamblea hoy, a las 10, en Sarmiento al 300 (Pami I) donde cortarán la calle y discutirán qué medidas de fuerza se llevarán a cabo durante la semana.
"Acá nadie dice taxativamente que no va a haber despidos, y esto nos pone en situación de alerta", manifestó ayer a La Capital Claudia Indiviglia, vocera de ATE-Pami, el gremio que saltó cuando se anunció la apertura del Julio Corso y dijo que el nuevo efector pondría en peligro a los sanatorios Pami I y II.
"Vamos a aumentar cada día nuestras medidas para que las autoridades las tengan muy en cuenta cuando vayan a tomar algún tipo de medida respecto a los policlínicos, a los que vamos a defender cualquiera sea el costo", advirtió la sindicalista.
La Ciudad
