"El rosarino es uno de los ciudadanos más cumplidores del país; así que me atrevo a señalar que aquella persona cuyo nombre llega al Tribunal es porque realmente no pudo pagar". El concepto pertenece al presidente de la Cámara del Crédito Comercial, Roberto Schellhas. La Cámara del Crédito, próxima a cumplir 50 años, cuenta con 1.200 comercios asociados y una base de datos que reúne la información que vuelcan todos éstos acerca de los clientes con planes de cuotas. De esa manera, las computadoras almacenan la conducta (tanto de cumplimientos como de incumplimientos) de un millón de personas. "Gente que no tiene empleo y que quizá vive en una villa -explica Schellhas-, sabe que el único respaldo que cuenta para comprar una plancha en cuotas, por ejemplo, es el informe favorable de la Cámara de Crédito. De ahí que defienda su honor comercial, se esfuerce por cumplir y no quede debiendo ni siquiera dos cuotas de cinco pesos". Schellhas dijo que esa es la razón por la cual las tarjetas de segunda línea (o tarjeta de compras) "buscan tanto ese sector de clientes. Saben de las cualidades de muchas familias pobres; de que quieren mantenerse dentro del sistema de crédito". Luis Di Ponte, otro de los integrantes presente en la entrevista, señaló que "es verdad, se ha registrado un leve aumento de los morosos en el último año pero no se traduce en incobrable, consecuencia de la crisis general del país y el aumento del desempleo". Di Ponte coincidió con Schellhas en que "en general el rosarino es cumplidor y si no paga es porque no puede. Participamos de convenciones y nuestros colegas nacionales reconocen eso de nuestra ciudad".
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