El economista italiano destacó enfáticamente el rol de las empresas sociales. "Hay una serie de sectores donde la empresa privada no puede intervenir porque no tiene interés. No se le puede pedir a un empresario privado que produzca una cosa y se haga cargo de dar servicios en una dirección como la recuperación de los discapacitados u otros servicios a personas como en el campo sanitario, asistencial o educativo, porque está claro que una empresa privada tiene que apuntar a la ganancia y aquí el lucro no es el fin. Hasta ahora se hacía cargo el Estado, pero éste no está más en condiciones. Si se retira pero no da espacio para que surjan empresas sociales, la cohesión social del país disminuirá, aumentarán los riesgos de desestabilización y aumentará la situación de malestar, que es riesgoso desde el punto de vista de la democracia. Hacer una ley para este tipo de empresas no es costoso. La Unión Europea y el Banco Mundial tienen fondos para este tipo de empresas, pero como en este país no existe una legislación, los fondos van hacia otros países", dijo Zamagni.
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