Mario Laus, conductor del auto Ekis, relató que en uno de los viajes realizados al norte de Santa Fe, por camino de tierra, detuvo el vehículo en una estación de servicio para cargar mezcla. Al bajarse del automóvil y estirar las piernas observó a unos chicos que, curiosamente, se acercaron a mirarlo. En una conversación que los pequeños mantenían un poco a los gritos, Laus escuchó que uno de ellos le dijo a otro: mirá el auto puf puf. Para el conductor, esta fue una de las mejores definiciones que escuchó sobre el modelo. "Era un auto encantador, pero tenía ese sonido al andar que a todos llamaba la atención", confió a este diario.
| |