Rodolfo Montes
Con una importante constricción a la marca en todos los sectores de la cancha, este nuevo Central de Jota Jota López asoma como un equipo compacto, algo rústico y por ahora sin luces en la construcción de juego ofensivo. Los auriazules se paran con cuatro en el fondo buscando defender lejos de Tombolini y achicando los espacios con los volantes Vespa, Daniel Quinteros y Erroz, que están demasiado pendientes de la recuperación, intentando ahogar los intentos de progresar en el juego de los volantes contrarios. El Indio y Diego, si bien se posicionan con la premisa de abrir todo el ancho de la cancha, no alcanzan profundidad en ataque. Y en ese punto se hace notable la carencia canalla en su intento de proyección ofensiva. Todo Central, con excepción de Juan Antonio Pizzi, ingresa a la cancha con claras obligaciones de marca; muestra una buena vocación de lucha, una actitud aguerrida, aunque casi nunca le queda resto para la creación. Arriba el Torpedo Arias gana y pierde. Gana cuando aparece por sorpresa por afuera, en especial por el sector derecho, y pierde cuando es víctima de excesivas soledades. Este nuevo Central de Jota Jota está en camino de constituirse en un equipo duro y muy poco vistoso; sus mayores interrogantes están en el plano de la gestación de fútbol, que no es poco detalle y que anoche en Caballito no le permitió superar el examen y lo pagó con una derrota. En su primera presentación como visitante los canallas desplegaron temperamento pero intercalaron errores defensivos, que se dieron en el inicio del partido. En esos instantes hubo desinteligencias y Tombolini pasó algunos momentos de zozobra. Después, Central armó un esquema cerrado con mucha lucha en mitad de cancha, físicamente sin fisuras, pero no supo concretar las pocas posibilidades que creó. Una vez en desventaja, Central transitó el tramo más desdibujado del partido. El ingreso de Pierucci y la salida de Daniel Quinteros no ayudó y complicó aún más el panorama canalla. Ahí Tombolini evitó una derrota más amplia, con tres buenas intervenciones, y Central resignó toda posibilidad de éxito.
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