Cada vez más prolífico y consolidado en su función empresarial como integrante de la empresa que maneja los derechos televisivos del fútbol uruguayo junto a sus amigos Nelson Gutiérrez y Paco Casal, el Príncipe ensayó una mirada crítica hacia la clase dirigencial y ejerció un recorrido que transitó desde la renuncia de Daniel Passarella a la dirección técnica de la celeste hasta las sensaciones que le provocó el retiro. Se nota que el meditado derecho a los pantalones largos le permitió tomarse ciertas licencias, si hasta en largos trazos de la charla se dio el lujo de acercar alguna respuesta sin temor al qué dirán. -Teniendo en cuenta la fuerza que hiciste para que Daniel Passarella se hiciera cargo de la selección uruguaya, ¿te sentiste traicionado con su renuncia? -No, traicionado no es la palabra adecuada. Pero debo reconocer que me sentí muy mal, junto al Tano Gutiérrez y Paco Casal depositamos mucha confianza en su proyecto, por eso no me pareció una buena respuesta que dejara al equipo a mitad de camino. Si bien tuvimos la chance de charlarlo, Passarella adoptó una decisión que no comparto. Igualmente esto no terminó, Uruguay está luchando por clasificarse al Mundial con otro técnico. -¿Creés que después de la derrota que sufrieron en el último partido de las eliminatorias ante Venezuela las chances de clasificar siguen intactas? -Sí, posibilidades todavía existen. Pero el panorama es complicado porque Uruguay está inmerso en un cambio generacional de jugadores justo en este momento que necesitamos resultados urgentes. Por lo que general estas transformaciones de fondo necesitan de un proceso, sobre todo cuando existió un cambio de técnico en el medio, como fue lo de Passarella. En el plantel hay jugadores con mucho futuro, pero que tuvieron que cargar con la responsabilidad de ponerse en una eliminatoria una camiseta tan pesada como la de la selección uruguaya. No será fácil el camino, pero estoy seguro de que vamos a dar pelea hasta el final. -¿Estás de acuerdo con aquellos que sostienen que la selección argentina es la mejor del mundo? -Sí, hoy por hoy Argentina y Francia son las dos mejores selecciones del mundo. Es más, si tengo que elegir a una me quedo con Argentina por una cuestión sentimental y porque el fútbol argentino tiene más posibilidades de evolución que el francés. No caben dudas de que Bielsa ha sido un hombre muy valioso para el fútbol argentino, no sólo ha sabido potenciar una base de jugadores que viene trabajando desde el ciclo de Passarella, sino que le encontró la vuelta para que el equipo juegue con autoridad y decisión en cualquier cancha y ante cualquier rival. -¿En algún momento de estos años alejados del fútbol te picó el bichito de volver a jugar? -Y esa sensación siempre aparece. Si bien dejar el fútbol fue una decisión difícil y complicada, la tenía que tomar sí o sí. Además ya venía meditándola desde hace un tiempo con mi familia. Igualmente al fútbol siempre lo voy a extrañar. -¿Cómo hiciste para combatir ese cosquilleo por volver a jugar? -No fue nada fácil, al principio traté de esquivar bastante la cancha y no fui casi nunca. Hasta que un día Marcelo Gallardo me convenció y la pasé realmente muy mal. Estuve varios días conviviendo con una tristeza terrible, sentía que me faltaba algo. Pero las cosas hay que enfrentarlas, sabía que algún día el fútbol iba a terminar.
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